Cara ofrece un santuario digital para artistas que buscan protección de derechos de autor frente a la IA.

Estados Unidos.-Ante el ecosistema digital, donde la IA escudriña cada rincón, llega “Cara” para proteger los derechos de autor.

Esta red social, que vio dispararse su base de usuarios de 40 mil a 650 mil en apenas una semana, se erige como respuesta al descontento generalizado con las políticas de IA de grandes corporaciones como Meta.

Cara, concebida como un refugio “anti inteligencia artificial” y gestionada por artistas, fusiona elementos de plataformas como X y Instagram.

Permite a los usuarios exponer sus portafolios y compartir obras en un feed, en un entorno libre de la amenaza de que sus creaciones alimenten bases de datos para entrenar IA. Jingna Zhang, su fundadora, destaca que Cara es un espacio donde la integridad del contenido está asegurada.

La motivación de Zhang para crear Cara surgió a raíz de un litigio en Luxemburgo contra un pintor que reprodujo una de sus fotografías sin permiso.

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Además, junto a otros artistas, Zhang ha interpuesto demandas contra Google y varias empresas de IA por el uso indebido de obras protegidas. Cara, en colaboración con el proyecto Glaze de la Universidad de Chicago, promete blindar los derechos de autor frente a la voracidad de la IA.

“Los artistas queremos compartir nuestro trabajo con el mundo. Lo ponemos en línea y no cobramos a la gente por ver este trabajo, pero eso no significa que renunciemos a nuestros derechos de autor ni a la propiedad de nuestro trabajo”

Jingna Zhang, fundadora de “Cara”

A pesar de que la plataforma atraviesa un periodo de incertidumbre, con un equipo aún voluntario y crecientes costos operativos, Zhang no ha buscado financiación externa para preservar su independencia.

Zhang compara la creación de productos con el arte: “creo que simplemente haces algo que te gusta como persona y sabes que no a todos les encantará.

Pero algunas personas que tienen el mismo punto de vista lo harían, y luego puedes hacer crecer tu comunidad a partir de ahí”.

Cara se halla en un punto crítico, con un aumento exponencial de usuarios que podría ser el catalizador para su consolidación en el mercado digital, siempre en defensa de la protección de derechos de autor.