Las grandes tecnológicas “Big Tech” reconsideran la rentabilidad de la IA ante inversiones millonarias.
Estados Unidos.-Identificar el final de una era dorada puede ser complicado, pero ciertos indicios sugieren problemas en el horizonte.
Actualmente, las grandes compañías tecnológicas están reevaluando sus inversiones en inteligencia artificial (IA) debido a su escasa rentabilidad.
La preocupación por la IA se intensificó después de que las acciones de gigantes como Amazon, Apple, NVIDIA, Alphabet, Facebook, Meta y Tesla disminuyeran un 10% recientemente.
Un claro ejemplo de esta incertidumbre se refleja en el informe de Goldman Sachs titulado “Gen AI: ¿demasiado gasto, pocas ganancias?”, donde se cuestiona si los mil millones de dólares invertidos en IA serán rentables. Sequoia Capital estima que las empresas necesitan ganar hasta 600 mil millones de dólares para justificar sus inversiones en proyectos de IA.
A pesar de las enormes sumas implicadas, los titanes tecnológicos no han visto retornos significativos. Además, los inversores aguardan una posible reducción de las tasas de interés por parte del Sistema de la Reserva Federal en septiembre, lo que podría reorientar el capital hacia otros sectores del mercado financiero, posiblemente alejándolo de la IA.
Si esto ocurre, el desarrollo futuro de la IA podría estar en riesgo, ya que los nuevos modelos dependen de una inversión continua. Los centros de investigación se preguntan si los avances en IA podrán generar suficientes ingresos para sostener sus elevados y crecientes costos.
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Exclusivamente enfocadas en esta tecnología, compañías como OpenAI enfrentan desafíos económicos significativos, anticipando pérdidas de 5 mil millones de dólares este año, con costos diarios de operación de ChatGPT cerca de los 700 mil dólares.
Además, se espera que los gastos de OpenAI asciendan a 7 mil millones de dólares para el entrenamiento de IA en 2024, superando sus ingresos anuales de aproximadamente 3 mil millones de dólares.
En conclusión, el problema principal parece ser financiero más que de innovación. Sin casos de éxito recientes que destaquen, es improbable que la IA atraiga más inversiones sin una clara generación de ingresos.
