La incapacidad de la autocrítica y de aprender sobre los errores cometidos, es una práctica perpetuada por quienes han conducido los destinos perredistas, y que forjará el epitafio en su sepultura
Redacción / La Voz de Michoacán
Resulta vergonzoso medrar con los despojos de un gran proyecto político nacional, lo que evidencia el profundo desinterés para que el Partido de la Revolución Democrática tenga alguna posibilidad real de retomar camino, lamentó la diputada Julieta Gallardo Mora, integrante del Grupo Parlamentario del PRD en el Congreso del Estado.
Militante fundadora del partido del sol azteca, Julieta Gallardo, refirió que es claro que no existe intención de fortalecer al PRD como una opción política de cara a la sociedad, sustentado en principios y un proyecto que atienda el interés común, es decir, no existe convicción para dar cauce a las razones primigenias que posibilitaron la existencia perredista por más de tres décadas.
“Resulta vergonzoso ver que la lógica parasitaria de grupúsculos que asumen al PRD como coto para intereses personalísimos, contrarios a los colectivos, siga prevaleciendo hoy día, pese a que han sido éstos los que han llevado a una condición agónica a nuestro instituto político, y que aún en lo que ya se manifiesta como el lecho mortuorio perredista, pretenden beneficios de su último aliento”.
Julieta Gallardo apuntó que la incapacidad de la autocrítica y de aprender sobre los errores cometidos, es una práctica perpetuada por quienes han conducido los destinos perredistas, y que forjará el epitafio en su sepultura.
“Gran deuda dejan para quienes en la construcción del Partido de la Revolución Democrática perdieron la vida, para quienes por años enfrentaron con valentía la persecución, represión y ataques del Estado Mexicano, a quienes aportaron a este proyecto de izquierda ideas, pensamiento, fuerza y determinación”.
Apuntó que el ideario y los principios del PRD fueron abandonados y traicionados por quienes abdicaron o fueron incapaces de entender que la natura de este proyecto era colectivo, forjado con la sociedad y que su viabilidad radicaba precisamente en marchar a la par de ésta.
Las determinaciones que han tomado unos cuántos obligan al resto a decidir, con responsabilidad y en memoria y con respeto a quienes fundamos este proyecto y a quienes la perdieron en la lucha.