Morelia, Michoacán, 23 de septiembre de 2024.- Hace unos días, en medio de una multitud que abarrotó el estadio Morelos, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, rindió su tercer informe de gobierno. En efecto, se hizo en presencia del congreso local que se trasladó para recibir el contenido de la rendición de cuentas que, por ley, es entregado al presidente de la mesa directiva. De hecho, todo eso provocó una enorme movilización de la población civil que, conscientes del gran momento que vive el lopezobradorismo, fueron a arropar al mandatario. Dada la magnitud, los organizadores se aseguraron que la logística cumpliera con el espacio para recibir a más de 40 mil asistentes que, a lo largo del territorio, se trasladaron para escuchar de viva voz el cambio sustancial que ha provocado la política pública.
Hablando de políticas públicas, desde luego, podemos ir al terreno de las acciones que han dado un giro preponderante en la entidad. A propósito, se entiende perfectamente que la obra e infraestructura, son el sello principal de la administración de Alfredo Ramírez Bedolla. Él, de hecho, aumentó en el mes de agosto los niveles de aprobación de acuerdo con la evaluación que divulgó Demoscopia Digital. Para la inmensa mayoría, en efecto, Bedolla ha realizado un trabajo óptimo, considerando el progreso, la salud, la seguridad y la educación, sin olvidar la reactivación importante de los sectores del campo a través de un sistema coordinado con las dependencias federales. Lo que también es una realidad, no hay duda de ello, son la multiplicación de los programas sociales que, con un apoyo 100% estatal, se han implementado esquemas de ayuda, especialmente para los jóvenes.
Todos estos cambios sustanciales, en definitiva, son el resultado del compromiso social que adquirió Bedolla en tiempos de campaña. Es verdad, fue complejo revertir el desaseo que dejó la pasada administración perredista. Sin embargo, resultó sumamente determinante la estrategia para los primeros tres meses que, al final de cuentas, fueron decisivos para comenzar a hilar el proceso de transformación. En lo que va de estos tres años, a propósito de ello, hay una larga lista de avances en materia económica. El mismo diseño y el responsable manejo de los recursos públicos ha hecho posible integrar plataformas para incentivar la inversión extranjera, sin olvidar la consolidación del potencial que tiene la entidad como motor de impulso en recursos naturales.
Las posibilidades de crecimiento, en gran medida, aumentarán con la puesta en marcha del Plan Morelos 2024. Esa plataforma, en efecto, está plenamente consolidada desde que se implementó. La cuestión es que, hoy por hoy, el panorama luce más prometedor si tomamos en cuenta el voto de las mayorías para constituir esta legislatura que, hace una semana, tomó protesta. Así que, lo que podemos esperar, serán grandes cambios en materia constitucional que, por supuesto, asume una visión y una enorme responsabilidad social para garantizar la democracia, los derechos humanos, la autonomía, sin dejar de lado el humanismo de la cuarta transformación.
El gobernador, para tal efecto, puede presumir que su proyecto es, además de la suma de esfuerzos en la participación colectiva, un andamiaje que tiene como propósito avanzar sustancialmente en las políticas públicas. Es decir, mejorar cada área de oportunidad, pero también garantizar la justicia social a través de los proyectos de iniciativa de reforma al marco constitucional de Michoacán. Considerando la capacidad que ha demostrado Bedolla, no tengo duda que, en los próximos meses, se pondrá en marcha la agenda de prioridades para sacar adelante los puntos claves que enumeró el mandatario.
En lo legislativo, naturalmente, hay una fracción parlamentaria de Morena fuerte y vigorosa en el congreso local. Además de ello, el compromiso irrestricto de los aliados, con esa clara responsabilidad que delegó el pueblo de Michoacán, empujarán los temas en el congreso. Siendo así, muy pronto podremos hablar de lo que vendrá a cambiar el paradigma social y político. De hecho, las bases de este programa sigue echando raíces; es decir, la gobernabilidad tiene un punto de equilibrio sólido que, por mucho, se fundamenta en el inmenso apoyo popular.
Para ser exactos, hablamos del 65% de respaldo al gobernador de la entidad Purépecha. Es, ni más ni menos, uno de los siete mejores gobernadores de México. Además de resultados, claro está, hay un compromiso fuerte para los próximos tres años, así lo dejó ver el sábado pasado el jefe del ejecutivo estatal.
