Pese a los llamados y voces que han alertado de la regresión de derechos con esta reforma, la aplanadora de la Cuarta Transformación se impuso en Michoacán para la supremacía constitucional.

Morelia, Michoacán.- Pese a los llamados y voces que han alertado de la regresión de derechos con esta reforma, la aplanadora de la Cuarta Transformación se impuso en Michoacán, y posibilitó que el Congreso avalara la reforma constitucional de la llamada supremacía constitucional.

La reforma que imposibilitará cualquier acción en contra de modificaciones a la Constitución que realice el Poder Legislativo, sin importar la manera en que se concreten y que afecten contra derechos adquiridos y reconocidos, fue defendida por diputados de Morena y el Partido del Trabajo y cuestionada por una oposición que carece de los votos necesarios para hacer algo más allá de posicionarse.

Con excepción del PRD que al pasar a formar parte de “la chiquillada”, optó por aliarse al oficialismo, los partidos de oposición (PAN, PRI, Movimiento Ciudadano) y diputados independientes mantuvieron su postura en contra de la reforma que suprime las facultades del Poder Judicial para revisar reformas a la Constitución General de la República, aunque éstas puedan contravenir derechos reconocidos en tratados internacionales suscritos por México.

Al hacer uso de la palabra la panista Vanessa Caratachea cuestionó los motivos para poner punto final a las controversias o acciones de inconstitucionalidad cuando éstas se relacionen a modificaciones a la Constitución federal, “la supremacía constitucional no puede contravenir el control de convencionalidad previstos en los tratados internacionales suscritos por nuestro país.

“Imaginemos que el Congreso de la Unión con su gran mayoría decide eliminar la paridad de género, aprobar la pena de muerte, permitir la tortura, incluso una reelección presidencial, y todo sustentado en una jerarquía jurídica que puede atentar en contra de los derechos humanos, de los principios democráticos y de la vida política de un país”.

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Recordó que restringir la revisión de reformas constitucionales permite una modificación unilateral de derechos y principios fundamentales por parte del Poder Legislativo, afectando los contrapesos para el equilibrio de poderes.

Desde su curul el diputado petista, Baltazar Gaona, para refutar lo dicho por la panista, echaría mano del rosario cuatroteista sobre “el mandato del pueblo”, y más que argumentos jurídicos, se asió de lo hecho en el pasado por panistas y priistas buscando así anular cualquier tipo de debate serio. La mecánica la replicaría constantemente a lo largo de la sesión.

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El coordinador parlamentario del PT, Reyes Galindo Pedraza dejó claro en tribuna que la reforma de supremacía constitucional es un golpe en contra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación para que sea contrapeso en las determinaciones del Ejecutivo y Legislativo:

“Sigue siendo la Constitución el tope de la pirámide, más bien lo que estamos prohibiendo es que la Corte esté tratando de dar un golpe de estado que malinterpreta de legal a través de absurdas interpretaciones de la propia Constitución”.

El dictamen fue avalado con 26 votos a favor de la mayoría oficialista y nueve en contra.