Los grupos delictivos están recurriendo a una reserva de talento universitario.

Redacción / La Voz de Michoacán

México.- Carteles de México reclutan a jóvenes universitarios talentosos de la carrera de Química para que fabriquen fentanilo a cambio de jugosas ganancias, publicó este domingo The New York Times en primera plana de su periódico impreso.

De acuerdo con el medio estadounidense, integrantes de los carteles se hacen pasar por trabajadores de los campus para acercarse a los alumnos.

Por ejemplo, un joven de segundo año, relató al NYT que un reclutador se disfrazó de intendente  se acercó a él y le dijo que el cártel estaba reuniendo personal para un proyecto y que habían oído hablar bien del joven, que era bueno.

Un profesor de química de una universidad en Sinaloa dijo al medio que sabía que algunos estudiantes se matriculaban en clases de química solo para familiarizarse con las técnicas necesarias para cocinar drogas sintéticas. El profesor, que solicitó su anonimato por temor a represalias, dijo que había identificado a los estudiantes que encajaban en ese perfil por sus preguntas y reacciones durante sus clases.

El estudiante dijo que el reclutador que visitó el campus le ofreció 800 dólares por adelantado, más un salario mensual de 800 dólares, el doble del salario medio de los químicos empleados formalmente en México, según datos del gobierno.

Quienes fabrican fentanilo en los laboratorios de los cárteles, conocidos como cocineros, dijeron al New York Times que necesitan trabajadores con conocimientos avanzados de química para ayudar a hacer la droga más fuerte y “para jalar más gente”, como dijo un cocinero.

El reportaje firmado por  Natalie Kitroeff y Paulina Villegas señala que los cárteles también tienen un objetivo más ambicioso: sintetizar los compuestos químicos conocidos como precursores, que son esenciales para fabricar fentanilo, lo que los liberaría de tener que importar esos materiales de China.

El Times entrevistó a siete cocineros de fentanilo, tres estudiantes de química, dos agentes de alto rango y un reclutador de alto nivel. Todos ellos trabajan para el Cártel de Sinaloa, que según el gobierno estadounidense es el principal responsable del fentanilo que entra por la frontera sur de Estados Unidos.