Hemos llegado hasta aquí gracias al apoyo de nuestros patrocinadores y de todos ustedes público querido, amado, odiado, cilindro de canciones

Gustavo Ogarrio

Me gustaría llamarme capital radio o radio moscú para cruzar la noche en el submarino de esta música llave del paraíso que dura mientras llego a casa en medio de la lluvia o para bajar sin más por esas piernas de revólver o simplemente prepararme para esa cena de honor en la madriguera de alguna pesadilla. Me gustaría remar toda la noche y ser lo que está detrás del silencio, madre de la invención, Zappa, Zappa, Frank, Watermelon…pero señores qué guitarra tan sola tan bella su país es un fantasma al que nunca se regresa. Me gustaría usar una bata blanca mientras acomodo los discos y susurro en el mar negro de las palabras máscaras diagonales de sonidos, precipicios de memoria, éstas son las consagradas del alma para todos ustedes que ahora existen en la espalda de la madrugada o que nunca llegaron a la cita o que ya se durmieron arrullados por esta balada perpetua que es la vida. Señoras y señores, qué dirán ustedes del Trío Matamoros o de Muddy Waters los marineros que arribaron bajo una tormenta sin multitudes ni hielo seco en el escenario, así descendieron del buque en blanco y negro charola de dientes que escupía el tabaco que en ellos nunca descansaba. Señoras y señores, qué dirán de aquellas cuerdas de gato reventadas y otra vez la voz de Muddy derrumbándose para siempre y los hermanos matamoros que se jodan o que se adapten a las máquinas diabólicas del futuro. Vámonos ya, abandonemos este barco de arcángeles sin destino, la infancia terminó a la medianoche y los bigotes crecen como anillos de saturno y como tristes enredaderas van golpeando con su crecimiento la madrugada y los jóvenes rotos masacrados por tanto anuncio de sartén o de calcetines azules o de remedios contra la muerte o de profetas brasileños que en realidad son la propaganda del apocalipsis rayos de oscuridad; tantas cosas enterradas por qué nosotros no, que toque la banda otra y otra; velorio del fin del mundo. Hemos llegado hasta aquí gracias al apoyo de nuestros patrocinadores y de todos ustedes público querido, amado, odiado, cilindro de canciones. (Amanece y el estanque de los cocodrilos nocturnos está en calma).