Dávila debutó a los 18 años en Chivas, en el 2009. No logró consolidarse como titular en el equipo tapatío, pero sí gozó de minutos que lo proyectaron, en ese momento, como una promesa del futbol mexicano.

    Agencias / La Voz de Michoacán

    Ulises Dávila, futbolista mexicano de 32 años, fue detenido en Australia acusado por la policía de haber forzado tarjetas amarillas de sus compañeros con fines de apuestas. Dávila milita en el Macarthur FC de aquel país. Tras pagar una fianza, ha quedado en libertad, pero las investigaciones continuarán. Presuntamente, Dávila habría reclutado a un grupo de jugadores jóvenes y les habría dado 10 mil dólares a cambio de que se hiciera amonestar.

    El reclutamiento se dio junto a sus compañeros Clayton Lewis y Kearyn Baccus (y un cuarto cuya identidad aún no se sabe), en partidos que fueron del 24 de noviembre al 9 de diciembre. También habrían existido intentos (no exitosos) de hacerlo en los cotejos disputados entre el 20 de abril de 2024 y del sábado 4 de mayo de 2024.

    Sam Krslovic, director ejecutivo del Macarthur, expresó su sentir tras estas acusaciones y mencionó que conversó con Dávila. "No entré en todo esto (motivo de la detención), pero lo que se ha alegado, obviamente tiene algún mérito. Estoy en shock, como club nos sentimos tristes y traicionados. Obviamente él era un líder de nuestro club y nuestro fichaje estrella", dijo a 2GB Sydney. El asunto ya está sacudiendo a toda la opinión pública de Australia.

    ¿Quién es Ulises Dávila?

    Dávila debutó a los 18 años en Chivas, en el 2009. No logró consolidarse como titular en el equipo tapatío, pero sí gozó de minutos que lo proyectaron, en ese momento, como una promesa del futbol mexicano. En 2011, después del Mundial sub-20 de Colombia, el mediocampista fue firmado por el Chelsea de la Premier League. La noticia fue sorpresiva por la magnitud del movimiento: nunca un mexicano había jugado para Los Blues —y nunca después volvió a haber otro—.

    Sin embargo, la práctica ha sido muy común en el cuadro londinense: fichar a jugadores muy jóvenes de diversas partes del mundo, cederlos cuantas veces sea necesario y, en caso de que confirmen de tener calidad de élite, darles oportunidad en el primer equipo. Dávila, bajo esa premisa, fue cedido al Vitesse de Países Bajos. No le fue bien en la liga neerlandesa. Luego se acomodó mejor en España, jugando siempre en la Segunda División: Sabadell, Tenerife y Córdoba. A este equipo le dio el ascenso con un gol agónico, pero su préstamo no fue renovado.

    De ahí, tras ver frustrada la posibilidad de jugar en La Liga, partió a Portugal con el Vitória Setúbal. Fue su última estación en el balompié europeo porque Santos Laguna lo compró en el invierno de 2015. Aunque su paso por Europa había sido infructuoso, existía la esperanza de que en México se observara su mejor versión y explotara. Torreón era un lugar ideal: Los Guerreros son especialistas en salvar a jugadores cuya carrera se encuentra en el limbo.

    Su rendimiento nunca fue el deseado. En 2018 partió al futbol de la India para jugar con el Delhi Dynamos FC, pero su mejor versión llegó finalmente en el Wellington Phoenix de Australia. Su buen rendimiento en ese club le valió ser comprado por el Macarthur, adonde también era ya un referente del club. Al menos hasta ahora, que se ha metido en el peor problema de su carrera profesional.

    Los problemas de apuestas han sido un fantasma para el futbol en los últimos años. A nivel de jugadores, el caso más sonado es el de Sandro Tonali, mediocampista italiano del Newcastle, que fue sancionado diez meses en octubre de 2023: el seleccionado de su país aceptó haber apostado durante su paso por el Milán en partidos de su propio equipo. A comienzos de mes, la FA añadió dos meses más por haber hecho lo mismo ya en el Newcastle.