Morelia, Michoacán
El proceso electoral del Poder Judicial es perfectible y tendrá que irse modiicando, particularmente en lo que corresponde a los comités evaluadores y a la distritación, considera el coordinador parlamentario del Partido del Trabajo (PT) en el Congreso local, Reyes Galindo.
Este 1° de septiembre rindieron protesta los nuevos integrantes del Poder Judicial de la Federación y en Michoacán el proceso será con el inicio de las sesiones legislativas, el próximo 15 de septiembre. Reyes Galindo dijo ver como algo positivo que se haya dado este cambio, a pesar de los señalamientos por el uso de acordeones distribuidos por funcionarios, puesto que antes a los magistrados los elegían el Senado y el poder Ejecutivo.
“Era un tema entre el Presidente de la República en turno y el Senado. Abrirlo a elección popular, a diferencia de como se ha dicho que la 4T impone, me parece que es aperturarlo”, justificó.
Sin embargo, coincidió en que habrá que modificarse en algunos puntos y se deben seguir priorizando los perfiles de los candidatos, además de revisar la distritación electoral, que para este proceso fue distinta a la que se emplea para las elecciones de los poderes Ejecutivo y Legislativo, pues en este caso respondió a las regiones de los juzgados.
“La distritación electoral, ¿quién chigados la hace? Yo creo que es alguien que nunca ha venido a Michoacán y es su responsabilidad de quien la hace en un escritorio, porque la distritación debería atender además de un tema poblacional a otros elementos”, expuso.
Si bien la elección de juzgadores en Michoacán se basó en la reforma federal, hubo algunos puntos que fueron distintos, como el hecho de que no se usó una tómbola para elegir a los candidatos a partir de un listado de seleccionados, sino que los comités de evaluación asignaron directamente las candidaturas.
Otra diferencia fue que mientras la elección federal no excluía a las personas por su identidad de género, la estatal estipula que sólo las mujeres cisgénero serán consideradas para la paridad de género en la distribución de los cargos, excluyendo así a las mujeres trans.