Ante la inminente amenaza de una guerra arancelaria a nivel global, los sectores tecnológicos dirigidos a consumidores como Apple enfrentan grandes desafíos
Según el ), Estados Unidos está al borde de una guerra arancelaria con Canadá, China y México.
La reciente imposición de aranceles por parte de China a productos estadounidenses ha puesto en alerta a expertos, quienes advierten que las compañías tecnológicas, especialmente aquellas enfocadas en el consumidor, serán las más perjudicadas.
Desde el Ministerio de Relaciones Exteriores de China, se anunció que se aplicarán aranceles del 10% a ciertos productos industriales de EE.UU. y un 15% a carbón y gas natural licuado.
Guerra arancelaria afectará a Apple
Esta situación ha llevado a gigantes como Nvidia y Apple a enfrentar problemas de suministro, dado su dependencia del comercio internacional de importación y exportación, según reportes de Nikkei Asia.
El Wilson Center reportó que EE.UU. importa casi el 89% de los materiales primarios para semiconductores.
Barron’s destacó que las firmas estadounidenses tendrán que trasladar su producción a países no afectados por aranceles, lo que podría aumentar el costo del iPhone en 200 dólares.
Expertos en tecnología indicaron que el 80% de los smartphones vendidos en EE.UU. son importados de China, y la imposición de aranceles a semiconductores impactará significativamente en los dispositivos electrónicos dirigidos a consumidores, como los de Apple.
Además, el aumento en los costos de la cadena de suministro y manufactura de smartphones repercutirá en el mercado de aplicaciones de Apple.
Disputa entre Apple, Tencent y ByteDance
Las autoridades chinas de regulación tecnológica han destacado una disputa entre Apple, Tencent y ByteDance en relación a las normativas de la iOS Store, según informaron fuentes internacionales.
Las autoridades regulatorias en China han expresado su preocupación por las tarifas que Apple aplica en los dispositivos móviles, incluyendo una comisión del 30% en transacciones a través de la iOS Store.
Después de los acuerdos de seguridad fronteriza entre EE.UU., Canadá y México, el presidente Trump pospuso los aranceles previstos, aumentando la incertidumbre sobre el futuro del sector tecnológico y las regulaciones, en particular en China.
