Explorando los beneficios nutricionales del pollo con mole, un platillo icónico de México.

El pollo con mole no es solo un delicioso platillo, sino también un emblema de la cocina mexicana y sus tradiciones ancestrales. Originario de la era prehispánica, el término ‘mole’ proviene del náhuatl ‘molli’ o ‘mulli’, que se traduce como ‘molido’.

Históricamente, los pobladores de México mezclaban chiles, semillas y hierbas para acompañar carnes como el guajolote y el pato, sirviendo este exquisito guiso en eventos ceremoniales.

Con la llegada de los colonizadores españoles, el mole se transformó mediante la adición de ingredientes como la canela y el pollo, aumentando su riqueza tanto en sabor como en tradición.

Hoy en día, el mole es un elemento esencial en celebraciones tanto familiares como religiosas. Según El Poder del Consumidor, México presume de aproximadamente 50 variedades de mole, siendo el mole poblano uno de los más populares.

Beneficios del pollo con mole

Nutricionalmente, el pollo con mole es una fuente excelente de proteínas, proporcionando 20 gramos por porción, además de ser rico en vitaminas y minerales esenciales.

Los chiles anchos y pasilla utilizados en su preparación son fuentes de vitamina A y C, además de contener capsaicina, conocida por sus propiedades antioxidantes y anticancerígenas.

Las semillas y frutos secos en el mole contribuyen a la salud ósea y cardiovascular, destacando su importancia nutricional.

El costo de este platillo puede variar, encontrándose en restaurantes a precios que oscilan entre $150 y $250 pesos, mientras que en fondas es más económico, entre $70 y $90 pesos, típicamente acompañado de arroz y tortillas.

Para una experiencia auténtica, El Poder del Consumidor sugiere elegir mole artesanal, disponible en la mayoría de mercados.

Aunque su preparación puede requerir tiempo y esfuerzo, el resultado es un sabor incomparable. Sin embargo, se recomienda consumirlo con moderación debido a su alto contenido calórico.