Remesas, valor de exportaciones y la IED crecerían de 2025 a 2027, señala un especialista

Maricruz Rios / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Proyectan para Michoacán crecimientos moderados, pero sostenidos, de indicadores del ahorro externo tales como recepción de remesas, valor de las exportaciones y actividad productiva para los próximos tres años.

Únicamente la Inversión Extranjera Directa (IED) continuaría con altibajos, pondera Heliodoro Gil Corona, coordinador de Proyectos Estratégicos del Colegio de Economistas del Estado de Michoacán (CEEM), quien vaticina que, de cualquier forma, el acumulado de la IED entre 2025 y 2027 será superior al alcanzado durante la primera mitad del sexenio del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla.

A manera de contexto, el analista del CEEM recordó que Michoacán mantiene un crecimiento incipiente de la actividad económica desde la década de los 80, y el estado no ha podido subirse ni al tren del fortalecimiento industrial ni al del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), ahora T-MEC. “Si lo queremos poner con puntualidad: ha sido un desempeño productivo de largo plazo mediocre”.

En números esto es que entre 1980 y 2023 Michoacán tuvo un repunte anual promedio del Producto Interno Bruto Estatal (PIBE) del 2.0%, “un incremento muy limitado debido a varios factores”. Entre las causas, Gil Corona refirió el deterioro de las actividades del campo, las desigualdades regionales, la fuga de mano de obra y carencia de procesos de industrialización en los sectores primario y secundario, “todo esto afectó en la parte productiva, pero terminó repercutiendo en la parte social”.

Destacó que ni el sector empresarial ni las diversas administraciones del gobierno fueron capaces de conjuntar y direccionar esfuerzos para inscribir a la economía estatal en las oportunidades que abrió en su momento el TLCAN; “no hubo una buena lectura para llevar a cabo actividades y esfuerzos que convergieran en una puerta de desarrollo económico, de potenciar el mercado interno a partir de una inserción adecuada en el comercio exterior”, reflexionó.

De hecho, en el periodo reciente, del año 2000 al 2023, fue más lento el crecimiento del PIBE, a una pauta del 1.6% de repunte anualizado. Entre 2022 y 2024 el PIBE se ha incrementado al 2.7% anual, si bien hizo ver que en los últimos meses viene con comportamiento descendiente.

El también profesor-investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) comentó que una perspectiva positiva que se tiene es que con ayuda de las participaciones federales se le pueda hacer frente a los pasivos de deuda que enfrenta el gobierno estatal.

Valoró que es una posibilidad que los recursos extraordinarios no regularizables, como los que inyectan cada año para cubrir las nóminas del sector educativo, se puedan integrar como gastos programáticos debidamente presupuestados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Además de ello, urge inversión de gasto pública federal en infraestructura y mejoramiento de la red carretera, lo que contribuiría a las actividades productivas y la conectividad con otras regiones del país.

Esto abonaría a las perspectivas económicas positivas, en las cuales académico nicolaita plantea que el valor de las exportaciones podría crecer de 6 mil 200 millones de dólares, el pronóstico para este año tomando en cuenta los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), hasta los 7 mil 500 millones de dólares, para superar incluso la marca de 7 mil 155 millones de dólares de 2022.

En este rubro, expuso que el 65% de las exportaciones seguirán siendo del sector agrícola (principalmente frutos de alto valor), contra el 35% de manufacturas.

En cuanto a las remesas, el vaticinio es que este año cerrará la captación en cerca de 5 mil 571 millones de dólares, las cuales crecerían hasta 6 mil 356 millones de dólares para finales del 2027, es decir, un alza acumulada del 12% en tres años.

El especialista del CEEM expuso que una labor que tiene el Gobierno de Michoacán al respecto es no sólo sensibilizar a los migrantes para continuar enviando recursos a sus familias, sino enlazar este capital en proyectos productivos con el sector público en beneficio de sus comunidades de origen.

En cuanto a la Inversión Extranjera Directa (IED), reconoció el investigador de la UMSNH que el estado ha tenido históricamente un potencial limitado de atracción de capitales, y salvo proyectos de renovación de infraestructura de las grandes empresas ya establecidas (como ArcelorMittal, que en 2021 inyectó mil millones de dólares), la captación es poca.

Gil Corona adelantó que la IED en Michoacán se perfila a terminar el 2024 por los 260 millones de dólares, pero ve posibilidades para crecer a 280 millones en 2025, a 300 millones en 2026 y bajar ligeramente en 2027 a 260 millones de dólares, para un acumulado de 840 millones de dólares de IED aún sin inversiones extraordinarias.

Con estos indicadores de ahorro externo al alza, el analista del CEEM considera que Michoacán podría crecer su PIBE a un ritmo del 2.7% anual entre 2025 y 2027.