Pemex busca revitalizar asociaciones con empresas privadas para mejorar su producción y rentabilidad.
Durante la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum, la empresa petrolera estatal mexicana, Pemex, tiene como objetivo aumentar sus reservas de hidrocarburos y garantizar su sustitución, además de intensificar la exploración en zonas de aguas profundas y diseñar nuevos esquemas de negocio para captar inversiones, según revela un documento interno consultado por Reuters el miércoles.
En la gestión anterior, bajo el mandato de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), Pemex limitó su exploración en aguas profundas, priorizando proyectos de rápida producción aunque estos mostraran un agotamiento prematuro.
El informe indica que Pemex planifica crear nuevos esquemas de negocio para atraer capital externo, marcando un cambio respecto a la política de López Obrador de evitar colaboraciones con el sector privado en proyectos de exploración y extracción.
“López Obrador terminó con las licitaciones de contratos petroleros que se realizaron después de una importante reforma energética hace una década”, argumentando que esto beneficiaba a compañías privadas y extranjeras en detrimento de Pemex.
Pemex y sus asociaciones privadas
Actualmente, a raíz de la reforma energética de 2013/14, Pemex mantiene una sociedad con Woodside Energy WDS.AX en el campo Trión, acordada en 2017 para la explotación en aguas ultraprofundas del Golfo de México.
En esta colaboración, Woodside posee el 60% y es el operador, mientras que Pemex tiene el 40% y actúa como socio financiero.
Se espera que Trión, con reservas comprobadas de 287 millones de barriles de petróleo y 323 mil millones de pies cúbicos de gas, comience su producción en 2028.
Fuentes cercanas han mencionado que el nuevo gobierno intentaría reactivar las asociaciones de Pemex con corporativos privados para incrementar las reservas de hidrocarburos.
El documento de Pemex también menciona que la compañía seguiría explorando en cuencas terrestres, aguas someras y áreas cercanas a campos en producción, seleccionando proyectos de exploración y producción con alto potencial de éxito y rentabilidad, mitigando la declinación de campos y potenciando el desarrollo de nuevos.
Con una deuda considerable, Pemex produce aproximadamente 1.5 millones de barriles de petróleo diarios, cifra que asciende a 1.8 millones al incluir condensados.
Sheinbaum aspira a mantener esta producción durante su mandato de seis años.