En los últimos meses se ha visto cómo la inflación se “aferra” y ha sostenido un comportamiento con más altos que bajos.
Maricruz Rios / La Voz de Michoacán
La expectativa es que se estabilice el peso mexicano para el resto del 2024 y cierre el año el mercado de divisas en un tabulador que ronde los 17.80 pesos por dólar americano, si bien su reciente escalada ha impactado en la tasa de inflación nacional.
Para Heliodoro Gil Corona, coordinador de Proyectos Estratégicos del Colegio de Economistas del Estado de Michoacán (CEEM), parece que lo más difícil ha pasado para la moneda mexicana, tras una depreciación que surgió como respuesta de la incertidumbre de los mercados a la aplastante victoria del oficialismo en las pasadas elecciones federales en lo que respecta a ambas cámaras legislativas.
No obstante, el analista consideró que “tomando en cuenta la estabilidad macroeconómica nacional”, el peso mexicano podrá mantener a raya al dólar estadounidense para que no pase de 18 pesos por unidad.
Gil Corona reconoció que se nota “cierta fatiga económica” en las actividades productivas del país, por lo que “la perspectiva de crecimiento económico sigue perfilándose sobre una tasa del Producto Interno Bruto (PIB) real de 2.4 por ciento, menor a la tasa de 2023, que fue 3.2 por ciento”.
También explicó que en los últimos meses se ha visto cómo la inflación se “aferra” y ha sostenido un comportamiento con más altos que bajos, y el mismo tema de la depreciación del peso ante el dólar podría haber incidido en el alza de algunos productos, particularmente en las semanas recientes.
“Si bien la expectativa de inflación en 2024 se ubicará por debajo de la tasa de 4.66 por ciento registrada en 2023, todo indica que cerrará en el presente año sobre 4.20 por ciento, arriba de la meta del Banco de México”, añadió el analista del CEEM.
El también profesor-investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) abundó sobre el tema recordando que “la inflación general en el país reportó durante junio una tasa de 4.98 por ciento, con lo que se consignan cinco aumentos consecutivos de la escalada de precios en lo que va del presente año”.
Detalló que, en lo que corresponde a la inflación subyacente, cuya tasa llegó a 5.15 por ciento, “los precios de los servicios continuaron siendo factor en el repunte de la inflación en junio”, de acuerdo con los datos proporcionados hace unos días por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
“En lo que toca a la inflación no subyacente, frutas y verduras, la gasolina tipo magna y el gas doméstico LP, fueron los precios que mayormente influyeron en el aumento de la inflación en el mes de referencia”, expuso, en referencia a lo informado dentro del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) del INEGI.
Sobre este comportamiento, el académico nicolaita apuntó que, “en términos económicos, la depreciación del peso frente al dólar en el lapso del 3 al 28 de junio de este año incidió en el aumento de los precios de algunos productos”. Durante este periodo el dólar se colocó por arriba de los 18 pesos.
No fue sino hasta el pasado lunes 8 de julio que el dólar americano bajó a 17.99 pesos por unidad y desde entonces se ha mantenido una muy ligera tendencia, aunque sostenida, de recuperación del valor de la moneda mexicana, que para este miércoles 17 de julio cerró en 17.74 pesos por dólar en promedio.
Es de resaltar que entre los meses de marzo (16.79), abril (16.81) y mayo (16.79) el dólar se cotizaba incluso por debajo de los 17 pesos mexicanos. En sólo unas semanas, tras las elecciones del 2 de junio, la moneda nacional se depreció en (-) 9.2 por ciento.
Gil Corona “empató” la escalada en el valor del dólar con el aumento reciente en los precios, por lo que esta resistencia de la inflación sería también en cierta medida consecuencia del mercado cambiario.