Un nuevo estudio arroja luz sobre cómo el aceite de pescado afecta la salud cardiovascular.
El aceite de pescado, conocido por su alto contenido de ácidos grasos omega 3, ha sido tradicionalmente recomendado para la prevención de trastornos cardiovasculares. Instituciones de prestigio como el Instituto Nacional para la Salud del Reino Unido sugieren el consumo regular de pescado azul para personas con y sin riesgo de enfermedades del corazón.
No obstante, existen debates científicos sobre la verdadera influencia de los omega 3 en la salud cardiovascular.
La Afency for Healthcare Research and Quality, tras examinar más de 37 investigaciones, identificó datos que respaldan el uso de suplementos de aceite de pescado para prevenir accidentes cerebrovasculares isquémicos. No obstante, no encontraron pruebas de beneficios en otros eventos como la fibrilación auricular, eventos cardiovasculares mayores o infartos.
Aceite de Pescado para la Salud
Frente a esta situación, la Universidad de Sun Yat-Sen inició un estudio más detallado sobre cómo los ácidos grasos omega 3 podrían influir en el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
Liderado por Ge Chen, el estudio prospectivo de cohorte siguió a más de 415 mil individuos sin antecedentes de enfermedades del corazón para evaluar el impacto del consumo regular de estos suplementos.
Los resultados fueron reveladores: en personas sin historial de enfermedad cardiovascular, el consumo habitual de suplementos de aceite de pescado se vinculó con un incremento en el riesgo de fibrilación auricular y accidentes cerebrovasculares.
Durante el estudio se reportaron 267 casos de fibrilación auricular, 22 mil eventos cardiovasculares adversos y más de 22 mil defunciones relacionadas.
A pesar de estos hallazgos, los investigadores enfatizan que no se puede concluir que el aceite de pescado sea perjudicial para la salud.
Por el contrario, el estudio sugiere que estos suplementos desempeñan un papel variado en la progresión de las enfermedades cardiovasculares, incluyendo beneficios potenciales en la reducción de la progresión de la fibrilación auricular y en casos de enfermedad cardiovascular avanzada.
Por lo tanto, el equipo de la Universidad resalta la importancia de continuar la investigación para comprender mejor los mecanismos que regulan la relación entre el consumo de aceite de pescado y el pronóstico de las enfermedades cardiovasculares.
