Ciudad de México

Al iniciar el primer foro de análisis de la reforma judicial, legisladores de Morena ofrecieron cambios únicamente en los mecanismos de selección de candidatos, pero advirtieron que no habrá marcha atrás en la es elección de jueces, ministros y magistrados por voto popular.

El senador y próximo diputado federal de Morena, Ricardo Monreal, afirmó que los legisladores van a actuar con prudencia y cautela y aseguró que se respetará el punto de vista de las minorías y de los miembros del Poder Judicial.

El diputado y próximo senador de Morena, Ignacio Mier Velazco, afirmó, por otro lado, que seis de cada 10 mexicanos dieron su voto a Morena el 2 de junio, y advirtió: “Vamos a darle cumplimiento expreso al mandato popular”.

Ofreció cambios al proyecto, pero sólo para garantizar los derechos laborales de trabajadores del Poder Judicial y mejorar los mecanismos de selección de candidatos a jueces, ministros y magistrados.

“Estamos dispuestos a escuchar procedimientos, mecanismos, protocolos que garanticen la independencia y autonomía plena de los organismos que deberán ser elegidos democráticamente”, dijo.

Por su parte, el coordinador del PAN en la Cámara de Diputados, Jorge Romero, afirmó que, si Morena garantiza la independencia y autonomía del Poder Judicial, “entonces podemos construir un proyecto en común”.

A continuación, el senador panista Julen Rementería advirtió que Morena argumenta que la iniciativa eliminará la corrupción del Poder Judicial y acabará con la impunidad, pero “la verdad, es que por más que leemos en la propuesta no hay un elemento que permita asegurar que esto será así”.

El coordinador del PRI en San Lázaro, Rubén Moreira, consideró que una reforma de esta naturaleza no puede darse al final de un sexenio, dados los cambios que se proponen y sus consecuencias.

Dijo, asimismo, que en el PRI “no deseamos jueces con prejuicios, y mucho menos improvisados, los queremos de carrera judicial, bien remunerados y con la certeza de que su trabajo puede ser de toda la vida y al final gozar de un justo retiro”, dijo.

El senador de Movimiento Ciudadano, Dante Delgado, aseguró seguidamente que “una reforma que implique el desmantelamiento del Poder Judicial significaría una irresponsabilidad histórica. No podemos permitir el debilitamiento de los contrapesos y del Estado de derecho”.

Expresó que, si se quieren mejores jueces, magistrados y ministros, no es a través del voto popular, sino fortaleciendo la carrera judicial, la profesionalización, la evaluación de aspirantes y la rendición de cuentas.

En contraste con los criterios de Morena, la mayoría de ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) advirtió que sustituir en un momento a más de mil 600 personas juzgadoras federales en una reforma mal hecha podría convertir a la justicia en una subasta de jueces y magistrados, y que el método de elección popular generará compromisos políticos y con el elector, lo que impide la imparcialidad.

Un sector de la Suprema Corte y del Consejo de la Judicatura pidió que, ante la inminente intención de la mayoría para aprobar una reforma, la sustitución de juzgadores se realice de manera escalonada.

La presidenta de la Suprema Corte, Norma Lucía Piña, afirmó que “la justicia en México no es un monopolio del Poder Judicial”, y refirió que en la propuesta impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador no “debe pesar más la celeridad que la idoneidad”.