Morelia, Michoacán
Acontecimientos como los vividos el 10 de mayo, cuando América central y parte del norte experimentaron los efectos de una tormenta solar, han puesto de manifiesto la necesidad de contar con un monitoreo del clima espacial, según han informado expertos del Instituto de Geofísica, Unidad Michoacán (IGUM) y el Laboratorio Nacional de Clima Espacial (LANCE), de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) campus Morelia.
Por lo anterior es necesario explicar que el clima espacial es el monitoreo de los fenómenos relacionados con el Sol que es la estrella más cercana a la tierra y que tiene actividad como explosiones o tormentas, las cuales afectan directamente a la tecnología terrestre como las señales de navegación, las telecomunicaciones, la televisión y la iluminación.
“Las tormentas geomagnéticas producen corrientes que pueden propagarse a través de las líneas de transmisión y descargarse en las subestaciones de altas potencias provocando fallas, inclusive térmicas, como ocurrió en la tormenta de 1989 en Quebec, Canadá. Entonces uno de los proyectos que desarrolla el Laboratorio Nacional de Clima Espacial es el monitoreo y estudio del sistema eléctrico nacional”, así lo explicó el doctor Américo González Esparza, jefe del Servicio de Clima Espacial México (Sciesmex).