El programa tendrá cobertura para todo el sector público de salud, sin importar la institución de derechohabiencia, y representará una inversión de aproximadamente 8 mil millones de pesos

Redacción / La Voz de Michoacán

Ciudad de México. - El cáncer de mama continúa siendo la primera causa de muerte en mujeres en México; cada hora fallece una mujer a consecuencia de esta enfermedad, de acuerdo con el secretario de Salud, David Kershenobich. Ante esta situación, el Gobierno de México anunció una estrategia integral para ampliar la capacidad de detección, diagnóstico y atención a nivel nacional.

Actualmente, el país cuenta con 656 mastógrafos distribuidos en 640 hospitales, cifra que resulta insuficiente para atender a las 25.5 millones de mujeres mayores de 40 años consideradas dentro de la población en riesgo. Por ello, el plan contempla la adquisición de mil nuevos mastógrafos y mil equipos de ultrasonido, además de la creación de 20 nuevos centros de diagnóstico y 32 unidades hospitalarias de atención oncológica para la mujer, una por cada estado.

“Es necesario incrementar este recurso para poder atender a todas las mujeres”, señaló Kershenobich.

Con esta ampliación, para el año 2027 México contará con mil 656 mastógrafos, lo que permitirá realizar 8.9 millones de estudios anuales, equivalentes a 34 mil 327 mastografías diarias, con un promedio de 21 estudios por equipo en los 62 centros de diagnóstico integral (20 nuevos y 42 ya existentes).

El programa tendrá cobertura para todo el sector público de salud, sin importar la institución de derechohabiencia, y representará una inversión de aproximadamente 8 mil millones de pesos.

“La mitad la aporta el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) para sus derechohabientes, y la otra mitad el Gobierno de México a través del ISSSTE y del IMSS-Bienestar”, explicó la presidenta Claudia Sheinbaum.

La presidenta subrayó que el propósito central es reducir drásticamente los tiempos de espera en la atención. Actualmente, entre la detección inicial y el inicio del tratamiento pueden transcurrir hasta siete u ocho meses, un periodo que puede ser determinante para la vida de las pacientes.

“Entre la detección o la sospecha se hace una mastografía, luego una biopsia y, finalmente, la atención médica. En ese proceso pasan muchos meses, siete u ocho, y ahí es donde la mujer que puede tener cáncer de mama pierde muchísimo tiempo”, lamentó Sheinbaum.

El nuevo modelo de atención universal contempla metas precisas: el tiempo de sospecha al diagnóstico no deberá superar los 30 días, y el inicio del tratamiento deberá ocurrir en un máximo de 21 días después de la confirmación del diagnóstico.

Además, el esquema fortalecerá las acciones de promoción, prevención y detección oportuna, incluyendo campañas educativas, reducción de factores de riesgo como obesidad, sedentarismo, consumo de alcohol y tabaquismo, así como la autoexploración mamaria desde los 20 años y la mastografía bianual para mujeres mayores de 40 años.

“La mejor defensa contra el cáncer de mama es detectarlo a tiempo”, concluyó Kershenobich.