Morelia, Michoacán
Los gobiernos de Morena, empezando por el federal, quieren seguir marcando agenda y decir quién tiene derecho a marchar y quién no, porque eso es lo que les conviene, sostiene la dirigencia del Partido Revolucionario Institucional (PRI)
“Nos quieren mandar la ruta de las manifestaciones desde Palacio Nacional (…) quieren decirnos cómo marchar y cómo no y quiero pedirle a la sociedad que no caiga en la trampa que nos está poniendo la presidenta Claudia Sheinbaum”, declaró el dirigente estatal, Guillermo Valencia.
Decir que “el PRIAN” estuvo convocando a la marcha del 15 de noviembre o que era exclusiva para la Generación Zeta hace que la gente se desanime de participar y les quieren hacer creer que son acarreados cuando en realidad Carlos Manzo era un actor político, por lo que tiene sentido que los partidos políticos participen, reflexionó.
“Claudia Sheinbaum no puede decirnos quién puede marchar y quién no”, enfatizó.
A nombre del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, la secretaria de Innovación Digital, Verónica Gómez de la Rosa, quien estuvo presente en la manifestación del pasado sábado 15 en la Ciudad de México, relató que pudo observar no solamente jóvenes sino también padres de familia y madres buscadoras.
Agregó que la manifestación no estuvo motivada únicamente por el asesinato de Carlos Manzo, que sólo fue la punta del iceberg de un hartazgo debido a la inseguridad que muchos mexicanos han sufrido.
De acuerdo con la priista, el gobierno federal estuvo intentando deslegitimar la marcha desde antes de que se diera, que dirigentes de sus partidos aliados se estuvieron burlando de los participantes y que se intentó después criticarla a partir de la disinción de las edades de los participantes o de si provenían o no de partidos políticos.
“El PRI fue respetuoso de la expresión de las juventudes y los acompañó en su exigencia pero me pregunto, ¿a quén le conviene haber dividido, a quién le conviene esta narrativa de no partidos políticos, a quién le conviene separarnos entre los que son apartidistas y los que no, los que son militantes o no? Parece que ellos pueden evaluar quién sí y quién no tiene derecho a marchar, como si levantar la voz fuera el privilegio de unos cuantos”, cuestionó.
A lo anterior, señaló Verónica Gómez,se sumaron actos de represión como la colocación de vallas que impedían el acceso al Zócalo, al que sólo se podía entrar desde una calle, donde se les decía que no era seguro porque había gas lacrimógeno y gas pimienta, por lo que muchos adultos mayores optaron por retirarse y no llegar hasta la plancha del Zócalo.
Guillermo Valencia observó que a diferencia de los eventos a los que convoca el gobierno federal, en esta ocasión no se observaron autobuses ni “acarreados”, como hacen los gobernadores de Morena para llenar el Zócalo.