El 2 de noviembre es la fecha central para recordar a los adultos fallecidos, y el Panteón Municipal de Morelia, entre sus ataúdes y lápidas, fue un bullicio.

Arved Alcántara / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. El Panteón Municipal fue testigo de la vida que resurge de la memoria, porque como bien expresa el dicho: “sólo se muere cuando se olvida" y este sábado el olvido no tuvo cabida. Ayer el aroma del cempasúchil fue más intenso que nunca, “impregnando” también el horizonte con su característico color anaranjado, mientras la música fue el compañero inseparable de las tertulias que los morelianos armaron para pasar la mañana y la tarde junto a sus difuntos.

El flujo masivo de personas hacia el panteón provocó congestionamientos en las avenidas Universidad y La Huerta, dificultando el acceso y poniendo a prueba la paciencia de quienes intentaban llegar a pie o en vehículo. Una vez dentro, el recorrido era apenas el inicio: los visitantes debían abrirse paso entre puestos de vendedores que ofrecían productos de todo tipo, desde flores y veladoras hasta comida y bebidas.

Ya en el interior se observó el ir y venir de gente con flores y equipo para limpiar las tumbas: azadones, botes y escobas. Algunos optaron por contratar el servicio de limpieza que ofrecían trabajadores municipales del lugar, quienes, a cambio de una propina, se encargaban de traer agua, barrer y repintar los sepulcros.

Hubo quienes contrataron conjuntos musicales para “cantarles en vivo a los muertos”; el ritmo del acordeón y los instrumentos de viento resonó entre las criptas. Aunque ltenían un costo promedio de dos canciones por 500 pesos, no fue obstáculo y con “coperacha” las bandas interpretaron recitales completos, especialmente al caer la tarde.

A pesar de que en teoría está prohibido el acceso de bebidas alcohólicas, algunas personas encontraron la forma de pasarlas, “porque la fiesta y la música de banda sólo se disfruta bien con una cerveza en mano”.

Otras familias optaron por llevar una bocina, en las que resonaban canciones que han tomado fuerza en los últimos años, como “Recuérdame”, el tema musical de la película animada “Coco”, “La nostalgia”, de Julieta Venegas, o la infaltable “Calaveras y diablitos”, de los Fabulosos Cadillacs.

“Las tumbas son para los muertos, las flores para sentirse bien, la vida es para gozarla, la vida es para vivirla mejor…”, una melodía que en este sábado reforzó la idea de que el cementerio, más que un lugar de retiro eterno es un puente entre la vida y la muerte, que desde ambos lados en fechas tan especiales como ésta coexisten entre los rezos, el canto y las anécdotas.

Y es que a pesar de apelar al fallecimiento el Día de Muertos no se trata de un día de tristeza, sino todo lo contrario: aquí todos, vivos y muertos, se reúnen para intentar pasarla bien, que los recuerdos florezcan y que los que partieron trasciendan en las memorias de quiénes ayer les visitaron.

Padres, hijos, amigos, parejas, no hay nadie que no tenga alguien a quién contarle cómo les va en la vida de los vivos, de informar a los que se fueron que aquí abajo, pese a todo, están bien. “Te veo cantando, una vieja melodía, una que entonaste en otra vida”, se escucha resonando en una tumba hacia el fondo, donde recuerdan a una joven madre que se adelantó sorpresivamente al más allá.

Las historias se agolpan, los recuerdos llegan junto con más anécdotas amenizadas por pequeños espacios de silencio y algún nudo en la garganta. “No te habías dado cuenta, la nostalgia sigue ahí, vive en ti, escondida en tu memoria, la nostalgia sigue ahí, vive en ti. Déjala vivir, porque es parte de ti”.

Lo acontecido ayer en el Panteón Municipal dejó claro una vez más que la tradición es única. El 2 de noviembre es la fecha central para recordar a los adultos fallecidos, y el Panteón Municipal de Morelia, entre sus ataúdes y lápidas, fue un bullicio.

Además de las flores y la música, las tumbas fueron adornadas con fotografías y dibujos que los niños más pequeños habían elaborado en honor a sus familiares. Algunos incluso llevaron objetos personales de los difuntos, parte de este ritual que sólo los mexicanos sienten de esta forma.

Así, mientras unos llevaban sus ofrendas, otros compartían historias y risas con las tumbas como mesa para comer. La festividad terminó con el compromiso para el próximo año de que aunque los cuerpos ya no estén presentes, el cariño y el recuerdo de los que ya no están siguen tan presentes como quienes los evocan.

Ilustres, olvidados testigos de la fiesta

También olvidadas, aunque no descuidadas, están las tumbas de personajes notables, de la historia michoacana, como el gobernador Epitacio Huerta, que sirven más bien para recargar las bolsas de paseantes en el centro del cementerio.

La Rotonda de los Michoacanos Ilustres resguarda los sepulcros de Mariano de Jesús Torres, el general Isidro Alemán, Fray Manuel Navarrete, Justo Mendoza, Melchor Ocampo Manzo y los antiguos gobernadores de Michoacán, todos prácticamente sin ofrenda ni visita, un indicador del pobre impacto que tienen para la mayoría de los morelianos.

Este fin de semana para ellos ni flores ni canciones, pero fueron testigos del amor que miles siguen teniendo por los suyos.

Reportan saldo blanco

Reportó el gobierno municipal que el Panteón Municipal se mantuvo recibiendo a miles de visitantes en el marco de la celebración del Día de Muertos, la cual transcurrió con orden y seguridad.

Desde temprana hora, miles de personas, cargando con flores, cubetas, botes y ofrendas típicas de la fecha, han acudido al camposanto donde se recibe la visita de los morelianos, así como de familias de otras ciudades que visitan las tumbas de sus seres queridos dejando flores, arreglos y comida, entre otros elementos.

Con este fin, autoridades municipales encabezadas por el Secretario de Servicios Públicos, Netzahualcóyotl Vázquez Vargas, acompañado del personal de Protección Civil y Policía Morelia, se presentaron en el Panteón Municipal realizando recorridos dentro y fuera del sitio para observar que todo transcurriera con orden y tranquilidad.

Asimismo, se procedió con los puestos de venta tolerados, sobre Avenida Arnulfo Ávila, Avenida de la Paz, Avenida Francisco J. Múgica en el carril poniente, Calle Progreso y Calzada La Huerta (en la lateral adjunta al panteón).

Vázquez Vargas exhortó a la ciudadanía a respetar y cuidar la limpieza de este espacio que se acondiciona para beneficio de todos los que visitan a sus fieles difuntos durante la celebración del Día de Muertos.

En ese sentido, también invitó a la ciudadanía a depositar la basura en los recipientes que se instalaron en este camposanto para mantener la limpieza y el orden en esta emblemática temporada.