El secretario explicó que, ante esta situación, el gobierno federal ha reforzado el despliegue de fuerzas de seguridad y ha incrementado las acciones para combatir al crimen organizado en la entidad

Redacción / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. - El asesinato del presidente municipal de Uruapan, Carlos Manzo, ocurrido la tarde del pasado sábado durante los festejos del Día de Muertos, ha encendido nuevamente las alarmas sobre la situación de seguridad que enfrenta Michoacán. Este hecho, sumado a otros recientes homicidios de personajes públicos y líderes sociales en la entidad, fue el tema central de la rueda de prensa que ofreció este domingo el Gabinete de Seguridad federal, encabezado por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch.

Durante la conferencia, Harfuch reconoció que Michoacán enfrenta desde hace tiempo la presencia de células criminales violentas y estructuradas, las cuales han generado altos niveles de violencia en diferentes regiones del estado.

“Michoacán lleva mucho tiempo con células criminales fuertes, con células criminales violentas”, señaló el funcionario.

El secretario explicó que, ante esta situación, el gobierno federal ha reforzado el despliegue de fuerzas de seguridad y ha incrementado las acciones para combatir al crimen organizado en la entidad.

Eventos violentos recientes

Harfuch recordó que hace unas semanas, durante una operación contra el crimen organizado en Michoacán, perdieron la vida elementos del Ejército Mexicano, y que recientemente también se reportó la privación ilegal de la libertad de agentes de investigación en la región.

“Lo que se busca es que no queden impunes estos hechos”, declaró.

Sin embargo, admitió que a pesar de los esfuerzos, no siempre es posible evitar que ocurran hechos lamentables como el asesinato de Carlos Manzo, que ha conmocionado al estado y al país.

El homicidio del alcalde de Uruapan no es un caso aislado. En el mismo fin de semana, se reportó el asesinato del sobrino de Hipólito Mora, reconocido líder social, y apenas la semana pasada fue asesinado el empresario limonero Bernardo Bravo, otra figura pública que tuvo un papel destacado en el sector agrícola de Apatzingán.