En Michoacán se registra hasta 20% de pérdida de humedales según el Laboratorio de Restauración Ambiental del IIES de la UNAM
Morelia, Michoacán.- A pesar de la importancia de los humedales para el equilibrio ecológico, desde 1900, se ha perdido globalmente entre 67% y 71% de estos ecosistemas, y Michoacán ha visto desaparecer cerca de 20% de sus humedales originales, sumando una pérdida de 13,779 hectáreas de las 59,312 hectáreas iniciales, indica un informe del Laboratorio de Restauración Ambiental del IIES de la UNAM.
“Los humedales son fundamentales para el equilibrio ecológico y la calidad de vida humana, ofreciendo servicios como la provisión de agua dulce, control de inundaciones y refugio para especies únicas”, señala el reporte.
Este 2 de febrero, Día Mundial de los Humedales, se resalta la urgencia de fortalecer la conservación de humedales en Michoacán, cuya degradación amenaza recursos vitales como el agua y la biodiversidad.
“Los humedales son frecuentemente subvalorados y mal administrados. En ciudades como Morelia, han sido convertidos en zonas urbanas, ignorando su papel en la regulación natural del agua. Además, enfrentan riesgos como la contaminación, la deforestación y la alteración de sus fuentes hídricas”, explica el comunicado.
Roberto Lindig, del Laboratorio de Restauración Ambiental, subraya:
“Los humedales poseen suelos permanentemente saturados de agua, creando un ambiente químico único que facilita procesos ecológicos esenciales como la filtración de agua. A nivel de cuencas, contribuyen significativamente a la prevención de inundaciones.”
Sin embargo, históricamente han sido mal comprendidos, asociándose con condiciones insalubres desde el siglo XIX.
Michoacán cuenta con varios humedales protegidos bajo la Convención Ramsar, incluyendo el Lago de Chapala y la Laguna Costera El Caimán, entre otros. La Mintzita, vital para el abastecimiento de agua de Morelia, “sufre amenazas como el cambio de uso de suelo, la presencia de ganado y los incendios, así como la contaminación por aguas negras y fertilizantes, lo que altera su régimen hídrico y pone en riesgo su supervivencia”.
El especialista sugirió, para contrarrestar estos impactos:
“La restauración de humedales, enfocándose tanto en la biodiversidad interna como en la gestión de su entorno para mantener su funcionalidad.”
Acciones como la protección de humedales remanentes, la implementación de prácticas agrícolas sostenibles y la prevención de incendios son prioritarias.
En La Mintzita, se han tomado medidas para controlar especies invasoras como el carrizo y el pasto Festuca, con la colaboración de académicos y autoridades.
“Es vital que la sociedad y las autoridades reconozcan la importancia de estos ecosistemas y promuevan políticas para su protección y uso sustentable. La supervivencia de los humedales es clave para la disponibilidad de agua y la resiliencia ambiental en Michoacán”, concluye el IIES.