Ciudad de México

México incorporará a otros 1,200 médicos cubanos a su sistema público de salud tras una reunión efectuada el pasado el viernes 10 de mayo en La Habana entre el director del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, y el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel.

Estos galenos, que laborarán en el IMSS Bienestar, se sumarán a los 768 cubanos que ya trabajan en México y a 123 que llegarán los próximos días con especialidad en medicina familiar.

La administración de Andrés Manuel López Obrador ha defendido estas contrataciones al argumentar que existe un déficit de trabajadores de salud y que médicos mexicanos no quieren atender en zonas rurales o marginadas.

La candidata presidencial opositora Xóchitl Gálvez acusó ayer domingo al Gobierno mexicano de “financiar una dictadura” tras revelarse que contratará a mil 200 médicos de Cuba adicionales a los cientos que ya están en el país.

“Este gobierno está apostándole a financiar una dictadura, que es el caso de los cubanos que violentan los derechos humanos”, precisó.

“Nosotros no, nosotros queremos que nuestros médicos mexicanos ganen bien y tengan buenos empleos”, expresó en una reunión en Nayarit (oeste) la aspirante de la coalición Fuerza y Corazón por México.

En este contexto, Gálvez prometió “abrir más plazas de especialidad para médicos mexicanos” y formar más especialistas, cirujanos, cardiólogos y pediatras.

Numerosas instituciones internacionales han denunciado que los contratos que firma el gobierno cubano para el servicio de sus médicos en el exterior constituyen una nueva forma de esclavitud, porque el Estado retiene la mayoría del salario de los profesionales.