Ciudad de México

En una agitada sesión, el Senado de la República aprobó en los primeros minutos de este viernes 25 de octubre, de noche, la llamada reforma de “supremacía constitucional”.

La minuta recibió el visto bueno en lo general y lo particular con 85 votos a favor y 41 en contra, con lo que se alcanzó la mayoría calificada necesaria.

El proyecto de reforma impulsado por la mayoría oficialista, modifica a los artículos 105 y 107 constitucionales y refuerza la soberanía del poder legislativo frente al judicial.

La medida también surge como mecanismo para blindar reformas constitucionales recién aprobadas por la mayoría oficialista en el Congreso como la elección de jueces, que ha recibido al menos dos suspensiones por jueces federales acusados ahora de ser corruptos y no imparcial.

Al presentar el dictamen, el senador Óscar Cantón Zetina, a nombre de la Comisión de Puntos Constitucionales, señaló que el fin de la reforma es precisar que no procederán los amparos, las acciones de inconstitucionalidad ni las controversias constitucionales contra reformas aprobadas por el Congreso.

Por su parte, la senadora panista Lily Téllez dijo:

“Aquí está esta nefasta reforma anticonstitucional que retira cualquier candado para detener a la mayoría despótica e ilegítima cuando pretende modificar la Constitución, aún en contra de su espíritu republicano”.

Senadores del PAN, PRI y Movimiento Ciudadano se unieron en el pleno de la Cámara Alta con mantas, megáfonos y gritos de “Morena la dictadura” para expresar su rechazo a la reforma que prohibirá controvertir las normas constitucionales que impulse el gobierno federal de Morena.

Los legisladores de oposición activaron las sirenas de decenas de megáfonos para impedir que se escuchara a los oradores de Morena, PT y PVEM. El sonido de los megáfonos y los gritos se oyeron hasta los pasillos, sótanos y palcos del recinto legislativo.

A gritos, el presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, exigió a sus homólogos de la oposición que permitieran que continuara el debate mientras los llamaba “reventadores vulgares”.

En las mantas se leían las leyendas: “Morena la dictadura” y “No a la dictadura en México”. Los legisladores del oficialismo también sacaron mantas que decían: “La oposición moralmente derrotada”.

Con información de López-Dóriga Digital, Latinus y EFE