El documental revela una telaraña de silencios, complicidades y ocultamientos por parte del personal de Harrods frente a las agresiones sexuales de su dueño. Especialmente por parte de la dirección de la época y de los servicios de seguridad.

Agencias / La Voz de Michoacán

Un año después de su muerte, dos decenas de exempleadas de los almacenes Harrods de Londres han decidido dar un paso adelante y exponer públicamente las humillaciones, agresiones y, en algunos casos, las violaciones que sufrieron por parte de Mohamed Al Fayed, el multimillonario egipcio que formó parte durante décadas de las élites del poder del Reino Unido.

El canal BBC 2 emitirá este jueves a las nueve de la noche (diez de la noche en horario peninsular español) el documental Al Fayed: Predator at Harrods (Al Fayed: Un Depredador en Harrods), aunque ya puede verse en su servicio en línea de BBCiPlayer.

Al menos cinco de todas las mujeres que han accedido a participar en la investigación han asegurado que Al Fayed las violó. Muchas de ellas han dado la cara ante las cámaras. Otras han preferido hablar desde el anonimato. La BBC se ha comprometido a ocultar los apellidos de todas.

“Le dejé muy claro que no quería que pasara nada. No le di mi consentimiento. Al final, solo quería que todo eso terminara pronto”, cuenta una de las mujeres a las que el empresario llevó hasta su lujoso apartamento londinense de Park Lane.

Otra de las denunciantes era apenas una adolescente cuando también fue violada por Al Fayed en su residencia del barrio de Mayfair. “Era un monstruo, un depredador sexual que carecía de escrúpulos morales”, asegura.

El documental revela una telaraña de silencios, complicidades y ocultamientos por parte del personal de Harrods frente a las agresiones sexuales de su dueño. Especialmente por parte de la dirección de la época y de los servicios de seguridad.

Al Fayed, que tenía 94 años cuando murió el pasado septiembre, había vendido en 2010 los almacenes Harrods al fondo soberano de Qatar por cerca de 1.800 millones de euros. La compañía propietaria actual, consciente desde hace unos meses de la violencia sexual ejercida por Al Fayed, ha asegurado a la BBC en un comunicado que están “totalmente horrorizados ante las acusaciones de abusos perpetrados por Mohamed Al Fayed. Fueron actos realizados por un individuo concreto que quiso abusar de su poder cuando estaba al frente [de la organización] y los condenamos con toda firmeza”. La empresa lo admite: “Durante todo este tiempo hemos fallado a nuestras empleadas, que fueron sus víctimas, y expresamos nuestras más sinceras disculpas”.

Exámenes ginecológicos

El modo sistemático en que el empresario seleccionaba y agredía a sus empleadas llegó al extremo de forzar a muchas de ellas, a las que ya había elegido para sus propósitos, a someterse a un examen médico que incluía pruebas ginecológicas, para asegurarse de que gozaban de buena salud sexual.

“No había ningún motivo para que nadie tuviera que saber cuál era mi salud sexual, a no ser que ya estuvieras planeando acostarte conmigo. Ahora mismo, al pensarlo, me produce escalofríos”, explica Katherine, que trabajó como asesora ejecutiva de Al Fayed en 2005.

El empresario egipcio solía dar amplios paseos por todas las plantas de Harrods para seleccionar personalmente a las empleadas que luego ascendería de cargo, para trasladarlas a las oficinas de los directivos.

Los testimonios de las mujeres que han participado en la investigación señalan que Al Fayed llevó a cabo sus agresiones allá donde fuera posible: en los despachos de los grandes almacenes, en su apartamento londinense, en su Villa Windsor, la residencia campestre que tenía en París, en el Hotel Ritz de esa ciudad o en Saint Tropez. Siempre convencía a las empleadas, temerosas de disgustar al jefe en una época en la que negarse no era una opción, para viajar con él.

“No podía escapar. No tenía un hogar familiar al que poder regresar y tenía que pagar el alquiler de mi apartamento todos los meses. Sabía que no me quedaba más remedio que pasar por eso aunque no quisiera, y desde entonces arrastro esta confusión en mi cabeza”, cuenta Sophia, una de las mujeres que participa en el documental.

Con el tiempo, muchos empleados se han decidido a revelar todo lo que sabían a los investigadores de la cadena pública británica. “El abuso de mujeres tuvo lugar, en ocasiones, en las plantas de ventas de los grandes almacenes. Ni siquiera era secreto. Si yo lo sabía, todo el mundo lo sabía. Y quien diga que no lo sabía, lo siento pero está mintiendo”, cuenta Tony Leeming, que fue jefe de departamento de Harrods desde 1994 a 2004.

Miembros de la seguridad privada de Al Fayed han confirmado todas las acusaciones a la BBC. Algunas de las víctimas, que han relatado una cultura de miedo e intimidación en la empresa, cuentan cómo evitaban incluso hablar entre ellas, por miedo a que sus teléfonos estuvieran pinchados.

El ex subdirector de Seguridad de la empresa, Eamon Coyle, ha explicado a la cadena que parte de su trabajo consistía precisamente en escuchar las cintas grabadas de todas esas llamadas, y que también se grabó en vídeo a muchas de las empleadas.

Intentos previos de investigación

La sospecha de que detrás de Al Fayed se ocultaba un depredador sexual llevaba años corriendo por las redacciones británicas. La revista Vanity Fair en 1995, la cadena ITV en 1997 o Channel 4 en 2017 ya intentaron desenmascarar las agresiones del empresario. Sus presiones y maniobras legales lograron evitar que la violencia que perpetraba fuera expuesta.

En el caso de algunas de las víctimas que quisieron denunciar, o sufrieron presión directa para que callaran por parte de los abogados de Al Fayed, o accedieron finalmente a permanecer en silencio, con un acuerdo extrajudicial de compensación a cambio de confidencialidad.

Catorce de las mujeres que participan en el documental de la BBC han emprendido acciones legales en la jurisdicción civil. Los actuales propietarios de Harrods han accedido a negociar, sin exigir a cambio un acuerdo de confidencialidad.

El teléfono 016 atiende a las víctimas de violencia machista, a sus familias y a su entorno las 24 horas del día, todos los días del año, en 53 idiomas diferentes. El número no queda registrado en la factura telefónica, pero hay que borrar la llamada del dispositivo. También se puede contactar a través del correo electrónico 016-online@igualdad.gob.es y por WhatsApp en el número 600 000 016. Los menores pueden dirigirse al teléfono de la Fundación ANAR 900 20 20 10. Si es una situación de emergencia, se puede llamar al 112 o a los teléfonos de la Policía Nacional (091) y de la Guardia Civil (062). Y en caso de no poder llamar, se puede recurrir a la aplicación ALERTCOPS, desde la que se envía una señal de alerta a la Policía con geolocalización.