Morelia, Michoacán, 15 de noviembre de 2024.- Malos perdedores.
Así describiría yo al gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, y su equipo, tras fracasar en su intento por convertir en gobiernos autónomos a las tenencias morelianas de Capula y San Nicolás Obispo.
El dirigente estatal del Morena y principal empleado del mandatario estatal, Juan Pablo Celis Silva, subió a la tribuna del Congreso del Estado para pedir juicio político contra el alcalde independiente de Morelia, Alfonso Martínez Alcázar.
Y es que el también diputado local fue con el encargo de vengar la afrenta del Ayuntamiento de Morelia, que informó en las tenencias de qué se trataba realmente el autogobierno.
Algo por cierto en lo que el Consejo General del IEM, a cargo del consejero presidente, Ignacio Hurtado Gómez, fue omiso, lo que además funcionarios estatales trataron de capitalizar en su intento por debilitar económica y políticamente a un gobierno de oposición.
Ni Juan Pablo Celis, ni la también diputada, Giulianna Bugarini Torres, quien lo secundó, mencionaron nada de los funcionarios de tercero y cuarto nivel de la Secretaría Particular del Gobernador, Andrik Aldair Medina Contreras, y de la Secretaría de Gobierno, Víctor Montelongo Reyes, que estuvieron desinformando a la población y demandando la famosa consulta.
Pretendían reunir en ese ejercicio, y a espaldas de la gente, sólo a un pequeño puñado de simpatizantes que votaran en el sentido que Alfredo Ramírez y ellos deseaban.
Y ante esto, bien vale la pena tomar en cuenta los cuestionamientos del vicepresidente del Congreso del Estado y también diputado del Morena, Juan Carlos Barragán Vélez, si así de desaseado está el proceso de los autogobiernos en Morelia…, ¿cómo habrá estado en los otros municipios donde no había tantos reflectores?
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