Morelia, Michoacán, 23 de noviembre de 2024.- En el Morena de Michoacán hay una renuncia “fantasma”.
Se trata, según trascendió, de la renuncia de Juan Pablo Celis Silva a la dirigencia estatal del partido guinda.
Ese documento se habría presentado desde el pasado 5 de noviembre, sin embargo, por alguna razón la han mantenido oculta.
Y es que como ya dije antes, en la tribu oficialista que encabeza el gobernador Alfredo Ramírez Bedolla hay nerviosismo de cara al Congreso Estatal de este 24 de noviembre. Y en sus discursos cada vez más esquizofrénicos, Juan Pablo Celis lo demuestra.
El mandatario estatal y su secretario de Gobierno, Carlos Torres Piña, han hecho renunciar a Jesús Mora González a la vocalía ejecutiva del Cedemun para que contienda en una eventual elección interna este domingo.
Pero están nerviosos porque están viendo que los números no les dan para ganar y eso quiere decir que Alfredo Ramírez ha perdido la confianza de la mayoría de los consejeros estatales.
Ya lo ha dicho el senador Raúl Morón Orozco, el Bloque para la Defensa de los Valores de la 4T que él representa anda cerca de los 70 de 120 votos en el Congreso Estatal.
Es decir, si hay elección la próxima presidenta del Morena en Michoacán sería la diputada local con licencia, Itzé Camacho Zapiain.
Por eso, como ya dije antes, el supuesto as bajo la manga que tienen Ramírez Bedolla y Torres Piña es de plano hacer perdediza -para siempre- la renuncia de Juan Pablo Celis y que éste diga que nunca renunció y que no lo va a hacer.
Ello obligaría al que aún se presenta como dirigente estatal a solicitar licencia a su otro cargo como diputado local plurinominal.
Y como también he dicho antes, esa sería una victoria pírrica para el oficialismo morenista, porque aunque se quedarían con la Presidencia del partido en el estado, ahora estarían ante el escenario real y lapidario de que han perdido la confianza de los consejeros que representan al morenismo en Michoacán.
