Morelia, Michoacán, 24 de septiembre de 2024.- Como anticipaba en una reciente entrega, no hay margen para acuerdos políticos en el Morena de Michoacán.
Está en vilo la dirigencia estatal, que todavía nominalmente está en manos de Juan Pablo Celis Silva.
El Congreso Nacional del Morena aprobó hacer cumplir estrictamente los artículos 8 y 38 de los estatutos partidistas.
En el punto 9 de la sesión del Congreso Nacional realizada el pasado fin de semana, donde se designó a Luisa María Alcalde Luján como presidenta nacional, y a Carolina Rangel Gracida como secretaria general, se tomó una decisión tajante.
Y es que ahora, para disgusto del gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, pero en el ánimo de garantizar la institucionalidad del Morena, se aprobó aplicar a rajatabla el artículo 8, que establece que no pueden tener cargos directivos del partido aquellos que ocupen puestos en los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, en cualquiera de sus niveles.
Juan Pablo Celis, al asumir el cargo de diputado local, violó flagrantemente el estatuto, pues no ha dejado la dirigencia estatal del Morena.
Pero además, el artículo 38 de los mismos estatutos del partido guinda obligan entonces a la renovación de la dirigencia estatal, o bien, a la designación de delegados nacionales para dirigir al Morena en los estados que entren en el mismo supuesto de Michoacán.
Así que su servidor y el ex diputado federal y local, Fidel Calderón Torreblanca (en el orden en que lo dijimos), teníamos la razón al señalar que Celis Silva está incumpliendo con las reglas de su partido.
Y qué pésimo antecedente que lo haga por instrucciones y con la complacencia de su verdadero patrón, Alfredo Ramírez.