¿Saben por qué le llaman a Mariana Enriquez la maestra del terror? Porque su pluma tiene el don de llenar de miedo a su lector con relatos de lo cotidiano
Yasmin Espinoza colaboradora de La Voz de Michoacán
¿Saben por qué le llaman a Mariana Enriquez la maestra del terror? Porque su pluma tiene el don de llenar de miedo a su lector con relatos de lo cotidiano. Porque tal vez lo que más nos asusta, es que los monstruos más temibles están disfrazados de seres humanos.
“Los peligros de fumar en la cama” es el segundo libro que leo de la autora, ambos los leí en el marco de fechas asociadas con lo sobrenatura, y los dos me han parecido brillantes al infiltrar el terror en lo cotidiano.
En este libro en particular, son 12 los relatos perturbadores que llevan el género de terror a una nueva dimensión.
Una niña desentierra en el jardín unos huesos que resultan no ser de un animal; la bucólica escena veraniega de unas chicas que se bañan en un paraje natural acaba convertida en un infierno de celos de inquietantes consecuencias; un mendigo despreciado siembra la desgracia en un barrio pudiente; Barcelona se transforma en un escenario perturbador, marcado por la culpa y del que es imposible escapar; una presencia fantasmal busca un sacrificio en un balneario; una chica siente una atracción fetichista por los corazones enfermos; un rockero fallecido de un modo atroz recibe un homenaje de sus fans que va más allá de lo imaginable; un chico que filma clandestinamente a parejas haciendo el amor y a mujeres con tacones altos caminando por las calles recibe una propuesta que le cambiará la vida.
En los 12 soberbios cuentos que componen este volumen Mariana Enriquez despliega todo un repertorio de recursos del relato clásico de terror: apariciones espectrales, brujas, sesiones de espiritismo, grutas, visiones, muertos que vuelven a la vida... Pero, lejos de proponer una mera revisitación arqueológica del género, reelabora ese material con una voz propia y radicalmente moderna. Tirando del hilo de la mejor tradición, la lleva un paso más allá, con historias que indagan en lo siniestro que se agazapa en lo cotidiano, despliegan un turbio erotismo y crean imágenes poderosísimas que dejan una huella indeleble.
“Los japoneses creen que, después de morir, las almas van a un lugar que tiene, digamos, un cupo limitado. Y que cuando se llegue a ese límite, cuando no quede más lugar para las almas, van a empezar a volver a este mundo. Esa vuelta es el anuncio del fin del mundo, en realidad”.
Cabe destacar que la editorial Anagrama recuperó hasta hace unos años este primer libro de relatos de la periodista y escritora Mariana Enriquez. En realidad “Los peligros de fumar en la cama” fue publicado por primera vez en 2009 en Argentina, y es el cuarto de la autora, que comenzó su carrera como escritora a los 21 años.
“La Señora las reconoció enseguida, y las hizo pasar. Como si las esperara. El altar seguía en pie, pero tenía el triple de ofrendas, y un San La Muerte enorme, del tamaño de un crucifijo de iglesia; dentro de los ojos huecos brillaban lucecitas intermitentes, seguramente de una guirnalda eléctrica navideña”.
Mi encuentro con este libro, perfecto para las spooky vibes de octubre, fue en formato de audio, durante mis horas al volante sorteando el tráfico de la ciudad. Esta experiencia me permitió digerirlo de una manera particular pues, además de la gran narrativa de la autora, pude disfrutar de una voz suave con acento argentino que me llevó de la mano por relatos que, empezaban muy normales, y luego dejaban ver los horrores de la humanidad.
“El desentierro de la Angelita”, el primero cuento del libro, cuenta la historia una niña que desentierra por accidente los huesos de una hermana de su abuela que falleció poco tiempo después de nacer y que había sepultado en el jardín de la casa. En este relato particularmente llamó mi atención que Enriquez, además de romper con todos los tópicos que se han escrito sobre fantasmas, incluso presentó a ese angelito con un toque de humor. ¿Soy rara por reírme de la descripción de cómo camina el fantasma de un bebé muerto?...
Otro cuento que me parece destacable es “El aljibe”, en el que Josefina acude de niña junto con su madre, su abuela y su hermana pequeña, a una santera. Tras ese día, Josefina enferma de un miedo cada vez más grave. En este cuento Enríquez retoma de manera increíble miedos cotidianos y los lleva al extremo. El final es inesperado.
Luego, el relato de “Carne”, aunque es breve, nos permite conocer a Mariela y Julieta, dos adolescentes que son encerradas en un hospital psiquiátrico. De fondo, conocemos la historia de un cantante rodeado de fans y su último disco, Carne, que hace furor entre las más jóvenes. Cuando Santiago Espinas desaparece, justo antes de su último concierto, las fans se alteran y algunas empiezan a buscar significados ocultos en las letras del disco.
“Y las fans callaron y lloraron encerradas en donde se mezclaban los osos de peluche, los diarios íntimos con tapas rosa, las mochilas siempre sobrecargadas y las fotos del Espina más hermoso que nunca, ahora que la muerte le brillaba en los ojos”.
En “Chicos que faltan”, uno de los cuentos más largos del libro, Mechi trabaja en un archivo de niños y niñas desaparecidos, y se hace amiga de Pedro, un periodista que trabaja en casos de secuestro de niñas y adolescentes para una red de prostitución. Un buen día, encuentra en un parque a una de las adolescentes desaparecidas. Este relato en particular me regaló un vaivén de emociones pues, al inicio, parece que vamos a leer sobre una relación amorosa, luego nos presentan la esperanza del regreso de los desaparecidos, sin embargo, el cierre se vuelve algo que nunca hubieramos podido imaginar.
“Los peligros de fumar en la cama”, cuento que da título a la antología, es un relato muy corto y sencillo, pero que muestra de manera potente la desesperación de una mujer sola y deprimida.
Hasta aquí, lo único que podría afirmar sin duda es que la autora nos acerca a personajes que hacen cosas que están encerradas en la humanidad de todos nosotros. Así que, si llevan sus miedos y deseos al límite, ¿dejan de ser humanos? ¿se convierten entonces en monstruos?
¿Algo clave en la literatura de Mariana Enriquez? Ella nunca juzga, sus cuentos solo nos muestran lo que esconden algunos seres humanos, allá donde no quieren que veamos.
“Yo podía pasar horas sobre su pecho y después, emocionada, lo besaba y lo abrazaba casi violentamente, y su risa y su abandono me preocupaban porque, a veces, y cada vez con más frecuencia a medida que pasaba el tiempo y nuestra intimidad crecía, tenía la certeza de que si escuchaba un segundo más, iba a destrozarlo más aún yo misma. A golpearlo, a abrirlo con las uñas, más marcas, una manera de estar más cerca, de que fuera más mío. Tenía que contener ese deseo, esas ganas de saciarme, de abrirlo, de jugar con sus órganos como trofeos escondidos”.
Datos del libro
Autora: Mariana Enriquez
Editorial Anagrama
232 páginas
Año 2017
Sobre Yazmin Espinoza
Comunicóloga enamorada del mundo del marketing y la publicidad. Apasionada de la literatura y el cine, escritora aficionada y periodista de corazón. Mamá primeriza. Lectora en búsqueda de grandes historias.
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