Carlos Torres Piña asume la Fiscalía de Michoacán enfrentando la imparcialidad y prometiendo reformas con enfoque en derechos humanos.
Morelia, Michoacán.- Luego de seis años al frente de la Fiscalía General del Estado (FGE), Adrián López Solís entregó el cargo sin haber desmontado uno de los principales lastres de la procuración de justicia en Michoacán: la impunidad.
En una ceremonia de relevo institucional, el nuevo fiscal, Carlos Torres Piña, reconoció el desafío y se comprometió a construir una Fiscalía más cercana a la ciudadanía y con perspectiva de derechos humanos.
“Hoy sin duda me complace decirlo, estoy seguro que asume la responsabilidad de dirigir esta institución con pleno conocimiento de causa”, afirmó López Solís al despedirse del cargo.
Reconoció el trabajo del personal operativo: Ministerios Públicos, peritos y policías de investigación, aunque admitió implícitamente que el diseño organizacional aún está lejos de ser suficiente, pues señaló:
“No hay ninguna estrategia que funcione si no hablamos de las personas”.
Durante su mensaje, el fiscal saliente evitó mencionar pendientes estructurales o casos emblemáticos sin justicia.
Su balance, aunque celebratorio, no abordó la persistente falta de resultados en delitos de alto impacto, feminicidios o desapariciones.
El nuevo fiscal general, Carlos Torres Piña, evitó hacer un corte de caja crítico sobre la administración anterior, pero dejó entrever que la transformación de fondo aún está por hacerse.
Aseguró que su gestión estará sustentada en ocho ejes que serán anunciados próximamente, con énfasis en la perspectiva de género, derechos humanos y coordinación con las fuerzas de seguridad.
Sin embargo, evitó profundizar en los mecanismos para reducir la impunidad o garantizar justicia a las víctimas.
Carlos Torres Piña llega al cargo sin experiencia previa en procuración de justicia, pero con respaldo político y una carrera reciente como secretario de Gobierno.