El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, lanzó una dura crítica contra el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, tras que este último expresara su preocupación sobre la reforma al Poder Judicial en México. Salazar había señalado que la reforma podría representar un riesgo para la democracia mexicana y para el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
En su conferencia matutina desde Palacio Nacional, López Obrador rechazó las declaraciones del embajador, afirmando que los comentarios sobre temas internos de México no son parte de las funciones diplomáticas. «No es posible que un embajador extranjero opine sobre lo que está bien o mal en nuestro país. Esa no es la función de un embajador,» declaró el mandatario.
El presidente también se refirió a la solicitud de Salazar de entablar un diálogo sobre la reforma, destacando que, aunque siempre está dispuesto a conversar, ciertos asuntos son competencia exclusiva de los mexicanos. «El diálogo siempre debe de haber, el asunto es que los temas relacionados con México nos corresponden a nosotros,» subrayó López Obrador. «No pueden venir extranjeros, ningún Gobierno extranjero a tratar asuntos que solo corresponden a los mexicanos. Es un principio básico de independencia y soberanía.»
López Obrador subrayó que el T-MEC no está destinado a afectar la soberanía de México, sino a fomentar una buena relación económica entre los países miembros. Rechazó cualquier intento de interpretar el tratado como una vía para que México cediera su autonomía, y criticó a quienes, según él, desean que el país se convierta en una especie de colonia de Estados Unidos.
Además, el presidente recordó que ha habido embajadores estadounidenses que han intervenido de manera más directa en los asuntos mexicanos. Mencionó el caso de Henry Wilson, quien, según López Obrador, organizó el golpe de estado contra Francisco I. Madero, un episodio histórico que, según él, demuestra una intromisión aún mayor en los asuntos internos de México.
El enfrentamiento entre López Obrador y Salazar refleja las tensiones que pueden surgir en las relaciones diplomáticas cuando se tratan temas de soberanía y políticas internas, subrayando la complejidad de las relaciones bilaterales entre México y Estados Unidos.
Fuente: López-Dóriga