Para que pueda lograrse la restauración, recuperación y rehabilitación de los ecosistemas se requiere de una planeación previa y de un monitoreo posterior a la plantación de árboles, según indicaron biólogos de Michoacán.

Abril García / La Voz de Michoacán

Morelia, Michoacán. Los programas de reforestación de los montes resultan insuficientes para lograr una restauración ecológica exitosa, según explicaron especialistas en el tema en la charla “Restauración ecológica en Michoacán”, organizada por la Secretaría de Medio Ambiente de Michoacán.

Arnulfo Blanco García, coordinador del Laboratorio de Ecología de la Restauración de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH) explicó que existe una diferencia entre la reforestación y la restauración.

La reforestación se refiere al proceso de plantar especies arbóreas en espacios que alguna vez tuvieron bosque o selva; mientras que la restauración es un proceso integral que va “desde la planeación, la implementación y hasta el monitoreo de todas las acciones de intervención para mejorar un lugar”.

Así, la restauración se trata de un proceso que propone no solo plantar estas especies arbóreas, sino diseñar el proyecto de intervención con acciones como “controlar agentes de degradación, estabilizar suelos, acomodo de material, roturar con maquinaria, presas de mampostería y monitorear las acciones”, entre otras.

Ante esta cuestión, Eligio García Serrano, coordinador del Fondo Monarca, agregó que se trata de un proceso extenso y tardado que va desde los cinco, diez o quince años de “darle seguimiento” a los árboles que fueron plantados y no “pensar que con solo colocar un arbolito ya vas a tener un bosque por arte de magia”.

“Muchas veces vamos a plantar un arbolito, pero no solemos regresar a ver qué paso, mucho menos vamos cinco o diez años después y, tristemente, las pocas estadísticas que tenemos sistematizadas dicen que, de los programas de reforestación, la mayoría no suele tener éxito”, agregó el investigador nicolaita.

En este sentido, citó los fracasos de los programas implementados a nivel nacional por la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) de plantación de alrededor de 250 millones de árboles. “La propia administración federal tuvo que reconocer que solo sobrevivía menos del 10% de lo plantado, yo creo que no era ni 10%, sino un 5% o un 3% y eso fue por no planear las acciones”, puntualizó.

Así mismo, los biólogos destacaron la importancia de la participación de expertos en el tema que planeen, acompañen y monitoreen los procesos de intervención y que puedan coordinarse con la sociedad civil interesada en la restauración, recuperación y rehabilitación de los ecosistemas. “Es muy importante la coordinación entre los diferentes actores, incluyendo la sociedad”, añadió el coordinador del Fondo Monarca.

Sin embargo, los biólogos detallaron que cuando hablan de expertos no se refieren únicamente a académicos, científicos o técnicos, sino que del mismo modo consideran relevante prestar atención a “el conocimiento comunitario de la gente que lleva años habitando en la región y conoce las formas propicias para plantar árboles”.

Esto debido a que los habitantes de las comunidades y los ejidos suele tener claridad sobre la temporalidad de los eventos, las particularidades del terreno, los tiempos de cosechas y las condiciones climáticas; saberes indispensables en la gestión de proyectos para la restauración ecológica.