Los cinco líderes progresistas mantuvieron un encuentro con más de 300 representantes de la sociedad civil chilena en un centro cultural en Santiago
Santiago de Chile. Los jefes de Estado o de Gobierno de España, Brasil, Colombia, Uruguay y Chile pidieron este lunes a la sociedad civil ayuda para frenar el avance de la ultraderecha y el autoritarismo en el mundo y transmitir los cambios que, en su opinión, ha logrado el progresismo en las últimas décadas.
Tras reunirse durante cerca de tres horas en La Moneda (sede del Gobierno chileno) y adoptar una declaración conjunta en defensa de la democracia y el multilateralismo, los cinco líderes progresistas mantuvieron un encuentro con más de 300 representantes de la sociedad civil chilena en un centro cultural en Santiago.
El presidente chileno y anfitrión de la cita, Gabriel Boric, dijo que no es suficiente con señalar las amenazas que supone la llegada al poder de los extremistas para hacerles frente, sino que hay que explicar mejor «cuáles son las transformaciones y las esperanzas que contienen los proyectos progresistas».
«Eso no lo podemos hacer solos, no bastan los líderes políticos, se requiere a la sociedad civil», indicó Boric, cuya carrera política comenzó en las organizaciones sociales, al igual que la del presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva.
«Las fuerzas progresistas necesitamos recuperar varias banderas que un día fueron nuestras y es necesario que lo hagamos unidos. Nuestra misión histórica es ser portadores de esperanza», indicó Lula, quien aseguró que los enemigos hoy en día de la democracia «ya no recurren a los tanques, sino que controlan algoritmos».
Precisamente reforzar la lucha contra la desinformación y la colaboración internacional para la transparencia algorítmica fue uno de los compromisos que adoptaron los cinco líderes progresistas y que se comprometieron a seguir desarrollando en la próxima reunión del grupo, que tendrá lugar en septiembre en el marco de la 80° Asamblea General de la ONU.
Boric anunció horas antes desde La Moneda que los gobernantes de México, Honduras, Reino Unido, Canadá, Sudáfrica, Dinamarca y Australia se adhirieron a la alianza progresista y participarán de la próxima reunión.
«La democracia es imperfecta, es una herramienta y no un fin en sí mismo y por eso hay que seguir mejorándola, pero no conozco otra forma de gobierno que permita a la gente humilde o la gente organizada tener una incidencia como la que tiene en democracia», indicó por su parte el presidente de Uruguay, Yamandú Orsi.
El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, aseguró que, aunque muchos progresistas piensen que es más fácil estar en la oposición que gobernar, lo cierto es que los progresistas, cuando están en el Gobierno, demuestran «que las cosas funcionan mejor», que tienen «otra forma de hacer política».
«Sé que la tarea no está acabada y para eso necesitamos determinación, compromiso y tiempo. Porque en muchas ocasiones los grandes cambios necesitan tiempo, años y no meses, pero también os digo una cosa, celebremos todos esos éxitos», agregó.
Previo al encuentro con las organizaciones sociales, los cinco líderes mantuvieron un almuerzo con intelectuales como el economista estadounidense y Premio Nobel Joseph Stiglitz, la filósofa estadounidense Susan Neiman o el economista surcoreano especializado en estrategias de desarrollo Ha-Joon Chang.
«Cada organización, desde lo más local, puede ayudar a agrandar esta gran convergencia humana para juntar los cerebros y los corazones en una gran transformación mundial», señaló por su parte el colombiano Gustavo Petro.