Morelia, Michoacán

El Lago de Pátzcuaro ha perdido cinco mil hectáreas de superficie durante los últimos 30 años, informó el titular de la Secretaría de Medio Ambiente (Secma), Alejandro Méndez López.

En conferencia de prensa desde Casa Michoacán, Méndez López señaló que en 1994 el lago abarcaba aproximadamente 11 mil hectáreas, mientras que en la actualidad esta cifra ha disminuido drásticamente a seis mil 833 hectáreas, lo que representa una pérdida de casi la mitad de su extensión original.

La reducción en la superficie del agua no es el único problema que enfrenta el Lago de Pátzcuaro. Méndez López también destacó una disminución significativa en la profundidad del lago, particularmente en la parte suroeste y oeste, colindante con la isla de Janitzio.

Entre las causas de la sequía del lago, el funcionario mencionó la sobreexplotación de los mantos acuíferos, la reducción de fuentes de agua que alimentaban al lago, así como el huachicoleo del recurso hídrico. Además, la deforestación intensa, el cambio de uso de suelo, la generación de erosión y azolve, así como la presencia de especies exóticas como el lirio, han contribuido al deterioro del ecosistema lacustre.

En respuesta a esta situación, se han implementado diversas acciones de atención por parte de las autoridades. Operativos contra el huachicoleo, detección de ollas ilegales de agua, dragado y desazolve del lago, así como la apertura de canales de navegación, son algunas de las medidas adoptadas. También se han llevado a cabo acciones de saneamiento de aguas residuales, reforestación y obras de suelos en puntos clave de la cuenca.

A pesar de estos esfuerzos, se estima que el volumen de agua perdida en el lago asciende a cinco mil 591 millones de metros cúbicos. Méndez López destacó la importancia de implementar propuestas como la creación de humedales, así como el tratamiento adecuado de las aguas que ingresan al lago, como una solución natural y de bajo costo.

Sin embargo, el titular de la Secma reconoció los desafíos financieros que enfrentan los municipios para mantener en funcionamiento las plantas de tratamiento de aguas residuales. Muchas de estas plantas, lamentablemente, han quedado fuera de operación debido a la falta de recursos para su mantenimiento, lo que representa un obstáculo adicional en la conservación del Lago de Pátzcuaro.