Santa Clara del Cobre, mpio. de Salvador Escalante

Santa Clara del Cobre, un pueblo mágico ubicado en el corazón de Michoacán, ha sido escenario de un evento que cada año convoca a cientos de personas en torno a sus tradiciones más queridas: la Feria del Cobre. Este año, como es costumbre, la festividad comenzó con la Danza de los Arqueros, una manifestación cultural que encarna la esencia del pueblo y sus raíces.

Poco antes del mediodía, las autoridades estatales dieron sus discursos de protocolo para dar paso al color: el desfile para arrancar la fiesta.

El desfile dio inicio con la Danza de los Arqueros, con diez parejas de danzantes congregadas al inicio del desfile. Sus pasos marcados por la cadencia de una pequeña orquesta tradicional que, con guitarra, bajo y alientos, daba vida a las melodías que han acompañado a esta danza desde hace décadas. La Danza de los Arqueros, con sus movimientos ceremoniales, remite a un pasado prehispánico y colonial que aún late con fuerza en la memoria colectiva de los habitantes de Santa Clara del Cobre.

El origen de esta danza se remonta a los años cincuenta, cuando fue creada como una forma de veneración al Cristo de Carácuaro. Desde entonces, se ha convertido en una parte fundamental de la identidad cultural de Santa Clara del Cobre, trascendiendo los límites del pueblo para ser conocida y apreciada en otras regiones del estado. Cada miércoles de ceniza, los arqueros se preparan para honrar a su Cristo, renovando una tradición que ha sido transmitida de generación en generación.

La presentación de la danza es un acto de devoción y un preludio festivo que marca el inicio de la Feria del Cobre. Tras la danza, un desfile de carros alegóricos recorre la avenida principal del pueblo, exhibiendo la maestría de los artesanos locales en el manejo del cobre martillado, una técnica que ha dado fama internacional a Santa Clara del Cobre.

Con cada paso y cada nota, los arqueros renuevan su compromiso con una tradición que sigue viva y que, año tras año, continúa siendo el corazón de la Feria del Cobre, que culminará el próximo 16 de agosto.

Este año, la feria celebra su 58ª edición, y como siempre, la plaza principal se ha llenado de vida. Centenares de personas, tanto locales como visitantes nacionales e internacionales, esperan ansiosos la comparsa, que da inicio a casi una semana de celebraciones. Además de la danza y el desfile, la feria ofrece una muestra de la rica gastronomía, donde no pueden faltar las corundas, las tortas de tostada y las deliciosas carnitas.