El Congreso del Estado ya inició el proceso que legitime a Carlos Torres Piña como segundo secretario de Gobierno que salta a la Fiscalía General del Estado

Jorge A. Amaral

Esta semana se murió el músico estadounidense Chuck Mangione. Mientras leía la nota del fallecimiento recordé la deuda que tengo con él. Hace meses pasé la peor semana de mi vida. No entraré en detalles, sólo diré que en esos días, durante los estresantes trayectos de ida y en los tortuosos recorridos de regreso a casa, descubrí que “Feels so good” me pone de mejor humor, y por ello siempre le estaré agradecido.

Chuck Mangione se especializó en el fliscorno, hermano de la trompeta. Con su hermano, el pianista Gap Mangione, dirigió al extraordinario grupo The Jazz Brothers, con quienes grabó 3 discos con Riverside Records. Luego se integró al grupo de Art Blakey, de The Jazz Messengers, como trompetista.

En 1977 saltó a la fama con su tema “Feels so good”, del disco homónimo, que vendió millones de copias y se colocó como un gran hit en el jazz pop, siendo nombrada por la publicación Current Biography, en 1980, como la melodía más identificada después de “Michelle”, de The Beatles.

Junto a George Benson, Grover Washington y Earl Klugh, sentó las bases del smooth jazz, a veces considerado pop instrumental, ligero y fácil de escuchar, llamado de forma despectiva “música de ascensor”, pero que es una cómoda y agradable puerta de entrada al jazz, además de que sí tiene cosas realmente buenas.

En ese disco escuchamos a Chuck Mangione en el fliscorno, Chris Vadala en el saxofón y la flauta, Charles Meeks en el bajo, James Bradley Jr. en la batería y las percusiones y Grant Geissman en la guitarra.

Como “Feels so good” dura casi diez minutos, la disquera sugirió que también se grabara una versión de tres minutos y medio para la radio. Gracias a ello, el tono alegre y optimista de esta melodía acabó conquistando al público masivo, por lo que ahora es la pieza más conocida de Chuck Mangione.

El optimismo que desprende la pieza y la pegadiza melodía son más que evidentes, todo está montado con precisión de relojero, y aunque el fliscorno lleva la voz principal, entabla un hermoso diálogo con el saxofón y se complementa con la guitarra a cargo de Grant Geissman.

El solo de guitarra de Geissman tiene cierta magia, desde la réplica de la melodía en su comienzo al frenético final con intervalos sumamente interesantes, aderezados por un efecto de phaser. Pero también, el uso del wah wah en todo el tema es excelente, típico del funk de la época, y está en los lugares correctos dejando respirar en las partes necesarias.

Otro detalle importante: el solo de saxofón de Chris Vadala le imprime a la pieza cierta vertiginosidad, pero también frescura y alegría.

La atmósfera que logra “Feels so good” se debe, creo, a la forma en que se hizo. En su página web, Grant Geissman cuenta que cuando se trabajaba en el disco grabaron los demos con algunas improvisaciones para después ver qué les iba a funcionar. Luego iniciaron una gira por Estados Unidos, donde seguían repasando y aterrizando en el papel las partes que ya habían improvisado en el estudio. Al regresar de la gira se metieron de nuevo a grabar, tocaron lo repasado e improvisaron los ajustes donde hacían falta. Por tanto, “Feels so good” es en parte composición y en parte improvisación, todo en armonía y perfecto orden.

La pieza es como una familia en la que cada instrumento da lo mejor de sí, cada uno hace lo que mejor le sale para, juntos, caminar a un mismo ritmo, de tal forma que todos la pasan bien, son felices, dialogan, ríen, a veces alguno habla más fuerte y saca lo que trae dentro, luego contesta el otro y al final no pelean, sino que se complementan. En esos días mi universo se dispersaba, y cuando regresaba solo a mi casa sola, a veces de noche, dejando ahí dos de las tres partes de mi ser, ponía “Feels so good” en el carro y Chuck Mangione y su pandilla me hacían sentir bien. Por cierto, hay una versión con letra que no me gusta. Se oye bonito, pero estaba de más.

El enroque

El Congreso del Estado ya inició el proceso que legitime a Carlos Torres Piña como segundo secretario de Gobierno que salta a la Fiscalía General del Estado autónoma, sin conflictos de interés y con total independencia del Poder Ejecutivo. Entre los candidatos ha habido variedad, pero no hablaremos de todos.

Mauricio Wilfrido Cruz Navarrete es magistrado provisional de la Tercera Sala Penal del Supremo Tribunal de Justicia del Estado. Es abogado litigante con Maestría en Derecho. Ha sido agente del Ministerio Público, secretario de Acuerdos en el Poder Judicial, director de Litigación en la Fiscalía Regional de Uruapan, así como juez de Control y Enjuiciamiento.

Jarintzin Reséndiz Camacho, presidenta de la Asociación de Abogadas de Michoacán y fundadora del Centro de Estudios Universitarios e Investigación. Es ministerio público federal certificada para impartir cursos. Ha trabajado en la implementación del sistema penal acusatorio, en la coordinación de modelos operativos y capacitación de primeros respondientes, además de contar con certificaciones en terrorismo, ciberdelincuencia, trata de personas y violencia de género. Es una buena opción, sobre todo ahora que, como se pregona en los poderes Ejecutivo y Legislativo, es tiempo de las mujeres.

Ulises Chávez Puga contendió para juez de Primera Instancia en Materia Penal Acusatoria y Oral en la elección judicial del pasado 1 de junio, estuvo adscrito a la Dirección de Litigación de la Fiscalía Regional de Morelia. Tiene especialidad en Derecho de la Ciberseguridad por el Centro de Estudios de Posgrado en Derecho.

Froylán Muñoz Alvarado, magistrado aún en funciones del Tribunal Colegiado de Circuito en Materia Penal del Poder Judicial de la Federación (PJF), con sede en Morelia. Además de su experiencia como catedrático en la Facultad de Derecho de la Michoacana, ha sido magistrado federal en Sinaloa, donde también fue juez de distrito, lo mismo que en Chiapas, y ha sido director de la Asociación Nacional de Juzgadoras y Juzgadores Federales.

Eduardo Martínez Altamirano ya buscó la titularidad de la FGE en 2019. Tiene una Maestría en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid, fue encargado del Departamento de Protección y Asuntos Consulares de la Secretaría de Relaciones Exteriores en Michoacán y coordinador académico del Instituto de la Judicatura del Supremo Tribunal de Justicia del Estado.

Ciro Jaimes Cienfuegos también buscó encabezar la FGE en 2019. Como sobreviviente de desaparición y tortura durante la Guerra Fría en los 80, escribió el libro “Compartiendo una experiencia de vida, de lucha social y de sobrevivencia personal en la desaparición forzada”. Igual que el actual secretario de Gobierno, militó en el PRD. Fue subprocurador de Justicia en Lázaro Cárdenas y Apatzingán, así como presidente de la Asociación de Abogados Liberales y Democráticos.

Josué Salvador Ortiz Sánchez, licenciado en Derecho por la Universidad Interamericana para el Desarrollo, fue juez de Control y Enjuiciamiento de la Región Uruapan, y el 10 de marzo de este año fue nombrado magistrado provisional de la Sexta Sala Penal del Supremo Tribunal de Justicia del Estado.

Pero Carlos Torres Piña no se queda atrás, ya que este abogado egresado de la Michoacana, además de su encomienda como secretario de Gobierno estatal (interrumpida sólo por un breve e infructuoso receso electoral), ha tenido otras responsabilidades:

En 1997 coordinó las brigadas seccionales del PRD en Paracho durante la elección de 1997. De ahí pasó a ser auxiliar del Comité Estatal del Servicio Electoral del PRD local, donde, entre 2003 y 2005, fungió como secretario de Cultura Indígena y Derechos Humanos del Comité Estatal. De 2005 a 2008 se desempeñó como secretario de Asuntos Electorales del PRD, partido del que fue secretario general de 2011 a 2014, además de secretario de Organización, Planeación y Desarrollo Institucional.

Dos veces fue diputado federal perredista. Adivinó: pluri. La segunda vez que estuvo en la Cámara baja hizo sus maletas y se mudó a Morena, donde hoy es el hombre fuerte del bedollismo, lo que lo hace digno del altísimo honor que otorga ser el segundo secretario de Gobierno que llega a la Fiscalía de forma consecutiva. Y es por eso que todos los sectores, desde la Sociedad de los Poetas Muertos hasta el Club de la Pelea, lo apoyan en su camino a la FGE. Bueno, hasta Yohana Mendoza, presidenta municipal de Ario, anunció que lo respalda y en un contundente boletín dijo que “Carlos Torres Piña es el funcionario que puede dar esa certeza a la justicia en nuestro estado”, y eso que nadie le preguntó. Es cuánto.