Morelia, Michoacán
Pedro Páramo, largometraje basado en la icónica obra de Juan Rulfo, viaja del lenguaje del naturalismo al surrealismo para retratar al personaje rulfiano desde la vulnerabilidad y el dolor; pero también desde la universalidad de la búsqueda de sentido humano, relató Rodrigo Prieto, director de la película que tendrá su estreno en México en el marco de la edición 22 del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM).
En conferencia de prensa, Rodrigo Prieto, describió al proyecto como un “viaje personal” en el que los personajes y el entorno se convirtieron en un espejo de sus propias emociones y traumas. “Es una película que tiene el corazón de Rulfo, pero también el de cada participante”, comentó.
La universalidad de la obra fue un tema recurrente: cada lector —y ahora cada espectador— tiene su propio Comala, su propio Juan Preciado y su propio Pedro Páramo, resaltó el actor Roberto Sosa, quien interpreta al personaje Padre Rentería.
Prieto habló sobre la complejidad de adaptar una novela que juega con el tiempo y el espacio, y cómo se decidió qué fragmentos conservar y cuáles suprimir. “Se pensó en hacer una miniserie, pero finalmente logramos condensar la esencia de la novela en una película sin que durara tres horas”, explicó entre risas nerviosas. También destacó la importancia de respetar los diálogos de Rulfo, integrando su sonido, su silencio y musicalidad a la cinta.
Manuel García-Rulfo, el actor mexicano que encarna al mítico Pedro Páramo, sorprende al con su interpretación del personaje no como un villano, sino como un hombre vulnerable, lleno de sueños y desesperado por un amor que no puede alcanzar. “Pedro Páramo es alguien que puso a un pueblo de cabeza, no por maldad, sino por dolor. Interpretarlo me agarró de las tripas y no me soltó más”, expresó el actor con visible emoción.
García-Rulfo también compartió su conexión personal con la obra desde su juventud, confesando que en un principio no “le entendió ni madres”. Fue sólo años después, al sumergirse en el guion, que logró comprender la profundidad de la novela y de su personaje. “Rulfo captó todo lo que somos: sangre, sudor, nuestros intestinos”, afirmó.
Dolores Heredia, quien da vida a una de las protagonistas, resaltó la poesía presente en los silencios de la narrativa de Rulfo, describiendo la obra como un “universo fantástico” que revela respuestas sobre la mexicanidad y la esencia del ser humano. Por su parte, Ilse Salas, quien interpreta a Susana San Juan, confesó que no había releído la novela desde la secundaria, y que al hacerlo ahora, en la adultez, la obra la impactó de una forma aterradora y fascinante. “Es un regalo para quien se atreva a acercarse de nuevo a Rulfo”, comentó.
Otro de los actores, Roberto Sosa, quien interpreta al Padre Rentería, se mostró profundamente agradecido por ser parte de un proyecto tan significativo y cercano al universo rulfiano. “Cada tres años, con un proyecto como este, me la puedo llevar tranquilo”, bromeó, aunque su tono dejaba entrever lo monumental que fue esta experiencia para él.
Mateo Gil, el guionista, reveló que desde los 19 años había estado obsesionado con la idea de adaptar Pedro Páramo al cine. “En España no es obligatorio leer a Rulfo, pero una vez que lo hice, nunca devolví el libro”, confesó entre risas. Su enfoque personal hacia la novela fue clave para darle un nuevo aire, sin dejar de lado la esencia de la mexicanidad. A su vez, Stacy Perskie a cargo de la producción, recordó lo largo y arduo que fue el camino para concretar esta película.
Sobre la inmortalidad de la obra de Rulfo y su capacidad para seguir generando nuevas lecturas y adaptaciones habló la directora del FICM, Daniela Michel y destacó la importancia de la cinta para la historia del cine mexicano, calificándolo como una “adaptación fantástica” de una obra que sigue desafiando la imaginación.
“Nos demos el regalo de ver esta nueva aproximación”, fue el mensaje final de Roberto Sosa, una invitación para que todos los espectadores, al igual que los lectores, se sumerjan en este Comala cinematográfico, donde lo real y lo fantástico se entrelazan en un viaje profundo y cautivador.