En Michoacán se usa un sistema satelital Guardián, que permite detectar zonas afectadas o en riesgo a partir de la coloración de los árboles.
Ashley Rodríguez / La Voz de Michoacán
Morelia, Michoacán. - El país atraviesa un problema considerable de plagas forestales, particularmente por el avance del insecto descortezador, conocido científicamente como Dendroctonus, el cual ha causado ya daños considerables a diversas especies de pinos en los bosques de Michoacán y otros estados. Así lo informó el secretario de Medio Ambiente, Alejandro Méndez López, quien advirtió que el fenómeno se ha visto agravado por los efectos del cambio climático.
En entrevista, el funcionario detalló que la presencia del insecto ha sido “muy importante en todo el estado y el país”, y puso como ejemplo el caso del estado de Hidalgo, donde hubo una mortandad considerable de oyameles dentro de un parque nacional.
“Es un bicho que ha atacado de manera muy importante todo el estado y el país. En Hidalgo hubo una mortandad muy grave de oyameles en un parque nacional”, señaló.
¿Qué es el insecto descortezador?
Los barrenadores de pino o insectos descortezadores son escarabajos pequeños que penetran la corteza de los árboles para depositar sus huevos. Las larvas que emergen interrumpen el flujo de savia, lo que debilita y, eventualmente, mata al árbol. Aunque forman parte de los ecosistemas forestales, su proliferación descontrolada puede generar daños ecológicos y económicos severos, sobre todo cuando se suman factores como sequías prolongadas o incendios forestales previos.
Estrategias de respuesta en Michoacán
Para enfrentar esta situación, el gobierno estatal ha transferido facultades a la Comisión Forestal de Michoacán (COFOM), lo que permite actuar con mayor rapidez en la identificación y contención de focos de infestación. Asimismo, se está utilizando tecnología satelital para mejorar la vigilancia.
“Se trabaja con el sistema satelital Guardián, que permite detectar zonas afectadas o en riesgo a partir de la coloración de los árboles. Esto nos va a ayudar a actuar de manera preventiva y salvar superficies importantes de bosque”, puntualizó Méndez López.
Este sistema permite identificar los árboles infestados a través del análisis de imágenes multiespectrales que detectan variaciones en el color del follaje, lo cual es un indicativo temprano de estrés fisiológico provocado por las plagas.
Colaboración y vigilancia territorial
El titular de Medio Ambiente también planteó la posibilidad de fortalecer la vigilancia forestal comunitaria a través de las kuarichas (guardabosques indígenas), quienes podrían integrarse con las autoridades ambientales federales y estatales. “Los que están en su territorio lo pueden defender, pero deben estar capacitados y vinculados con la autoridad forestal”, subrayó.
Además, se continúan implementando campañas de reforestación para restaurar áreas afectadas. En 2023 y 2024, se entregó un millón de árboles por año al Consejo Supremo Indígena de Michoacán, como parte de los esfuerzos de restauración ecológica.
El papel del cambio climático
Expertos señalan que el cambio climático ha favorecido la expansión de estas plagas, debido a las altas temperaturas y la disminución de lluvias, condiciones que debilitan los bosques y los hacen más vulnerables a los ataques. Las plagas forestales también afectan la captura de carbono, la biodiversidad y aumentan el riesgo de incendios forestales, lo que convierte este problema en un asunto de seguridad ambiental a largo plazo.