Después de años de enfrentar dificultades para acceder al agua potable de forma constante, los habitantes de la comunidad de El Cortijo celebraron la puesta en marcha de un nuevo sistema de almacenamiento que promete transformar su vida cotidiana; la infraestructura hidráulica, construida en apenas seis semanas, permitirá que más de 80 familias cuenten con suministro regular de este recurso esencial.

La obra incluye un tanque de concreto armado con capacidad para 61 mil litros, un sistema de bombeo y control de presión, así como líneas de conducción de agua, además, se instalaron válvulas y un desarenador que garantizarán la calidad del líquido.

Vecinos como don Luis, habitante de la comunidad desde hace más de 40 años, expresaron su satisfacción: “Antes teníamos que acarrear agua o esperar a que llegaran pipas: hoy por fin tenemos una solución más estable y segura”.

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El proyecto fue impulsado por la administración municipal y gestionado con el apoyo del Encargado del Orden local. La presidenta municipal Jeovana Alcántar destacó que el acceso al agua es una prioridad en las comunidades rurales y aseguró que se seguirán promoviendo obras similares.

Más allá de los discursos oficiales, lo importante es el impacto tangible: hogares que podrán cocinar, lavar, asearse y mantener condiciones de higiene adecuadas sin depender de servicios externos.

Esta intervención es parte de un programa más amplio que busca mejorar los servicios básicos en zonas alejadas de la cabecera municipal. Para los habitantes de El Cortijo, representa un paso firme hacia una vida más digna y con mayor bienestar.

Fuente: El Clarín