Ciudad de México

Fuentes oficiales indican que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) enviará un equipo especial a Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, para esclarecer los hechos en los que una bebé prematura, previamente declarada muerta por médicos del Hospital General de Zona No. 2, llegó con vida al crematorio donde iba a ser incinerada.

Tras hacerse público el caso de la pequeña Alicia Paulet, el IMSS lamentó el fallecimiento de la menor, ocurrido horas después de su regreso al hospital, y aseguró que colaborará con la Fiscalía de Justicia de Chiapas para deslindar responsabilidades.

Alicia Paulet, como la nombraron sus padres, Velky Jocabeth Espinosa y Fernando Guzmán, nació el pasado 30 de julio, a las 23 semanas de gestación, pero fue declarada muerta horas después.

Incluso, el hospital entregó a Fernando el certificado de defunción para que contratara los servicios funerarios.

La funeraria trasladó el cuerpo al municipio de La Concordia, de donde son originarios los padres de Alicia Paulet, aunque al iniciar la preparación del cuerpo para su funeral y posterior cremación, los empleados se percataron de que la bebé tenía signos vitales.

De inmediato, la regresaron al hospital para que la atendieran.

A las 4:00 de la mañana del miércoles 31 de julio, Fernando pudo ver a su hija nuevamente. No estaba en una incubadora, ni tenía oxígeno ni suero. Sólo estaba acostado en una camilla.

“La estaban dejando morir”, dijo Fernando en entrevista.

Cerca de las 10:00 de la mañana les informaron que la pequeña Alicia Paulet había muerto.

Fernando Guzmán presentó una denuncia ante la Fiscalía General de Chiapas por lo que considera una negligencia médica.

El IMSS informó que dará detalles sobre el caso y el desarrollo de la investigación.