Los recientes apagones en México y la crisis energética afectan el nearshoring y la resiliencia empresarial

La demanda energética creciente, exacerbada por temperaturas elevadas, ha ocasionado apagones recientes, según el . Estas interrupciones del servicio eléctrico son indicativas de la necesidad de inversión en la infraestructura de transmisión y distribución, una voz que se alza desde el sector privado.

Ante esta situación, las empresas están reconociendo la importancia de adaptar sus modelos de negocio para mejorar la respuesta ante variaciones del mercado y fortalecer la resistencia frente a fenómenos climáticos. La apuesta por las energías renovables se perfila como una estrategia clave, pero debe ir de la mano con una cultura de excelencia organizacional que propicie la innovación y calidad.

Index ha señalado el impacto negativo que los cortes de luz generan en industrias clave del norte de México, como la manufactura, el comercio y los servicios. Estos apagones se vinculan con la insuficiente inversión en energías alternativas, necesarias para satisfacer la creciente necesidad energética y fortalecer la resiliencia empresarial en tiempos de crisis climática.

Impacto de los apagones en el nearshoring

Un informe del Consejo Coordinador Empresarial describe cómo los apagones han paralizado operaciones mineras en San Luis Potosí, con reactivaciones que pueden demorar hasta una semana. Además, la ineficiencia en la distribución de energía representa un peligro para la seguridad laboral, con incidentes como trabajadores atrapados en ascensores durante horas.

La consultora Sintec enfatizó la importancia de diseñar organizaciones a través de centros de excelencia, lo cual permite optimizar costos y lograr una ventaja competitiva al alinear estrategias y objetivos empresariales, preparándose así para la incertidumbre. En un panorama desafiante en materia energética, la preparación para tomar decisiones estratégicas sobre inversiones en infraestructura eléctrica es crucial.

La inversión en energías limpias es fundamental para consolidar el nearshoring en México, dado que las empresas transnacionales buscan operar en entornos que favorezcan la sostenibilidad y la generación de energía limpia.