Exploran el impacto de la inteligencia artificial (IA) en los ingresos del sector musical y audiovisual.

Estados Unidos.-La cultura ha visualizado la invasión tecnológica a través de películas, novelas y videojuegos, actualmente, los artistas enfrentan una amenaza real por parte de la inteligencia artificial (IA), que se presenta no como robots destructivos, sino como software capaz de plagiar y reemplazar su trabajo y reducir los ingresos del sector musical y audiovisual.

Específicamente, se estima que para 2028, el sector musical y audiovisual podrían perder hasta un 20% y 25% de sus ingresos globales, respectivamente, si no se controla el avance de la IA generativa.

Este dato surge de un estudio encargado por Cisac, la organización global de gestión de derechos de autor, que busca fomentar un debate crucial para el futuro de estas industrias.

Ingresos del sector musical y audiovisual en riesgo por IA

El conflicto entre la inteligencia artificial y los derechos de autor se intensifica, con múltiples casos legales como los de Sarah Andersen, Kelly McKernan y Karla Ortiz contra Stability AI y Midjourney, y de empresas musicales contra Suno y Udio.

A pesar de las preocupaciones, algunos defensores de la IA argumentan que las preocupaciones son exageradas y no consideran los beneficios potenciales de estas herramientas para los artistas.

El informe de Cisac, realizado por PMP Strategy, anticipa un aumento significativo en los ingresos de las empresas desarrolladoras de IA generativa, mientras que los ingresos culturales podrían disminuir.

Además, se acusa a varios programas de IA de usar obras protegidas por derechos de autor sin autorización para entrenarse y competir en el mercado.

El estudio también destaca cómo la IA está comenzando a dominar el consumo de contenido, con un 75% de las visualizaciones en Netflix influenciadas por su algoritmo de recomendaciones, y Spotify incorporando música generada por IA en sus listas.

Cisac, representando a cinco millones de artistas, subraya la necesidad de una regulación que proteja la propiedad intelectual, como la reciente legislación de la UE. Incluso el Ministerio de Cultura español se ha comprometido a no premiar obras creadas exclusivamente por IA.

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Björn Ulvaeus de Cisac comenta sobre el potencial de la IA para ofrecer nuevas oportunidades a los creadores, pero también advierte sobre los riesgos de una regulación inadecuada.

La pregunta sobre el futuro de esta convivencia entre humanos y tecnología sigue abierta, y como indica ChatGPT: ‘Dependerá de nuestras decisiones en términos de ética, regulación y cooperación’.