El nombre de la campaña tiene que ver con que el color naranja simboliza un futuro brillante y optimista en el que las mujeres pueden vivir libres de violencia

Redacción / La Voz de Michoacán

Según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), nueve mujeres son asesinadas al día en México, casos en los que la mayoría están ligados con violencia intrafamiliar o en el que el agresor es un conocido de la víctima, ya sea pareja sentimental o un pariente cercano.

Sin embargo, esta situación no sólo ocurre en México, sino en el mundo entero. En 2022, al menos cinco mujeres o niñas fueron asesinadas, cada hora, por alguien de su propia familia, revelan datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Mujeres.

Ante estos hechos, organizaciones de todo el mundo crearon una campaña conocida como El Día Naranja para visibilizar la violencia contra la mujer.

El Día Naranja, su historia

El Día Naranja es un programa, también conocido como Campaña Naranja ÚNETE, que busca concientizar a los gobiernos de todo el mundo para emprender acciones concretas para frenar la violencia contra la mujer, además de movilizar a la sociedad sobre los patrones de conducta que llevan a esta problemática cultural.

Esto se realiza cada 25 del mes, sin embargo, desde 1999 la ONU decretó que el Día Internacional para la Erradicación de la Violencia contra las Mujeres sería en noviembre, por lo que este lunes se conmemora el Día Naranja en todo el mundo.

Por su parte, un boletín del gobierno de México señala que en Latinoamérica esta campaña comenzó en 1981, luego de que tres hermanas dominicanas fueran asesinadas por el dictador Rafael Leónidas Trujillo.

Según el comunicado, los hechos ocurrieron en 1960, cuando las mujeres se oponían al gobierno de Leónidas Trujillo en República Dominicana.

El nombre de la campaña tiene que ver con que el color naranja simboliza un futuro brillante y optimista en el que las mujeres pueden vivir libres de violencia en su contra por el simple hecho de pertenecer a un género históricamente oprimido. De ahí que se le conoce internacionalmente como El Día Naranja.

Violencia en contra de la mujer es una realidad

Otros de los datos que demuestran que la violencia en contra de la mujer sigue siendo una realidad en el mundo son:

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) señala que al año, más de 60 mil mujeres, incluyendo niñas, son asesinadas en el mundo. Lo preocupante de la situación es que, de los 25 países con mayor número de feminicidios, 14 están en el continente americano.

Por su parte, la ONU Mujeres en México señala que el 53% de los casos de violencia contra la mujer viene por parte de un desconocido; mientras que el 43.9% es realizada por las parejas sentimentales de las víctimas, ya sea durante la relación o fuera de ella.

Es por eso que desde el 2008, la campaña Naranja ÚNETE ha tomado fuerza en todo el mundo para prevenir, concientizar y erradicar la violencia contra las mujeres y niñas.

“Mucho más allá de las cifras y de la invitación a ‘pintar nuestro mundo de naranja’, como lo señala el Día Naranja, cada 25 representa la oportunidad para sumarse al llamado de la no violencia contra las mujeres y contribuir así a construir un mundo libre de discriminación, desigualdad y actos de violencia hacia mujeres y niñas”, menciona el gobierno de México al respecto.

Tipos de violencia contra la mujer

Parte de la campaña del Día Naranja es identificar los diferentes tipos de violencia contra las mujeres, entre los que destacan:

Violencia familiar: Se da en el núcleo familiar, sin importar que sea la pareja, hijo o algún otro miembro de la familia. No necesariamente tiene que ser una agresión física, puede ser una violencia emocional o moral que genera un daño o molestia en la víctima

Hostigamiento sexual: Es un acto premeditado, no impulsivo, que ocurre cuando una persona, en calidad de agresor, impone su poder ante la víctima. Este tipo de violencia aparece normalmente entre personas que se aprovechan de una posición de poder

Violencia docente: Es un tipo de violencia de género que ocurre en entornos educativos y es perpetrada por docentes o personal educativo hacia mujeres, ya sean estudiantes, colegas o trabajadores de la institución. Puede manifestarse de forma psicológica, física, sexual, económica

Violencia en la comunidad: Se trata de agresiones físicas, psicológicas, sexuales, económicas o sociales que las mujeres sufren dentro de su entorno social, ya sea en su hogar, en su vecindario o en su entorno laboral y educativo.

Violencia institucional: Se refiere a los actos de abuso, discriminación o negligencia que ocurren dentro de las instituciones públicas o privadas, cuando las personas cometen acciones que violan los derechos fundamentales de las mujeres.

Violencia laboral: Se refiere a cualquier tipo de abuso, discriminación o maltrato que una mujer sufra en su lugar de trabajo debido a su género. Este tipo de violencia puede tomar diversas formas y afectar tanto la integridad física y psicológica de la mujer como sus oportunidades laborales y desarrollo profesional.

Acoso sexual: Se trata de una manifestación de violencia lasciva que va relacionada con la intimidad de la víctima, este delito puede ocurrir por medio de palabras y acciones, por lo que su pena o castigo dependerán del escenario en el que ocurra. Puede presentarse en distintos escenarios como en las escuelas, en el ámbito familiar, en el transporte público, en el trabajo, en la calle, entre otros lugares; y tiene la característica de que el agresor siempre buscará que la víctima esté en una situación indefensa o de riesgo para ejercer el abuso.

Feminicidios: Es la forma más extrema de violencia contra la mujer. Ocurre cuando es privada de la vida por razones de género, es decir, por el simple hecho de serlo.

Cabe mencionar que, en México, todas estas acciones se castigan de acuerdo con la Ley General de Acceso de las Mujeres a una vida Libre de Violencia.