Gerardo Ortiz ha sido sentenciado a libertad condicional por tres años debido a sus vínculos financieros con una empresa ligada al CJNG.
Gerardo Ortiz, el reconocido cantante mexicoamericano, ha recibido una sentencia de tres años de libertad condicional en un tribunal federal de Los Ángeles, evitando así la prisión.
La jueza Maame Ewusi-Mensah Frimpong decidió la pena tras considerar la cooperación significativa de Ortiz con el FBI.
Su testimonio
Su testimonio fue crucial en el caso contra su exmánager, Ángel del Villar, relacionado con la violación de la Kingpin Act por lavado de dinero para el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El artista, de 36 años, se declaró culpable el 28 de mayo de 2025 de conspiración para realizar transacciones con una entidad designada como narcotraficante por el Departamento del Tesoro de EE.UU.
La sentencia fue emitida en la Corte Federal del Distrito Central de California, donde la fiscalía recomendó una pena reducida debido a la colaboración de Ortiz, quien testificó en el juicio de Del Villar en marzo de 2025.
Su defensa argumentó que Ortiz no conocía plenamente las sanciones y que su cooperación fue vital para desmantelar la red.
La condena
La condena incluye tres años de libertad supervisada, reportes periódicos a un oficial de probation, pruebas antidrogas aleatorias, prohibición de cometer nuevos delitos y potencial servicio comunitario.
Además, se le impuso una multa no especificada públicamente, además de la fianza de 10 mil dólares ya pagada, y restricciones adicionales como la prohibición de portar armas y limitaciones en viajes internacionales.
Ortiz puede continuar su carrera musical sin interrupciones. El caso se centra en conciertos realizados en 2018 en México, organizados por Del Records junto a la promotora Gallística Diamante, propiedad de Jesús “Chucho” Pérez Alvear, quien fue sancionado en abril de 2018 por el Tesoro de EE.UU. como lavador de dinero para el CJNG y Los Cuinis.
Ortiz admitió haber actuado en al menos 19 presentaciones, a pesar de una advertencia del FBI en abril de 2018 en el aeropuerto de Phoenix sobre las sanciones contra Pérez Alvear.
Estos eventos generaron ingresos significativos, parte de los cuales se alega fueron usados para blanquear fondos del cártel.
Entre los implicados destacan Ángel del Villar, quien fue declarado culpable y sentenciado a cuatro años de prisión más una multa de dos millones de dólares, y Jesús “Chucho” Pérez Alvear, quien fue asesinado en diciembre de 2024 en Ciudad de México.
Otros promotores y empleados de Del Records también han sido mencionados, pero Ortiz fue procesado separadamente debido a su cooperación.
El abogado de Ortiz, Mark J. Werksman, expresó: “El Sr. Ortiz es testigo en este juicio y ha declarado verazmente sobre sus presentaciones en conciertos en México pactados por promotores con los que la OFAC ha prohibido hacer negocios”. La fiscalía reconoció que su colaboración fue decisiva.
No hubo declaraciones inmediatas del cantante tras la audiencia, pero fuentes cercanas indican que está aliviado por la sentencia leve, que podría haber sido de hasta 20 años en prisión en el peor de los casos.
La libertad condicional implica una supervisión estricta durante tres años y el posible decomiso de ganancias relacionadas. Aunque evita la cárcel, Ortiz enfrenta daño reputacional y costos legales, pero su carrera sigue activa.
El intérprete de narcocorridos ha estado envuelto en varias controversias, como el video de “Fuiste mía” en 2011 que simulaba un feminicidio, y el atentado que sufrió en 2016 en Guadalajara. También ha enfrentado cancelaciones de conciertos por sus letras violentas y vínculos legales.
Gerardo Ortiz
Gerardo Ortiz, nacido el 5 de octubre de 1989 en Pasadena, California, es soltero y mantiene una vida privada discreta.
Profesionalmente, es un referente del regional mexicano con éxitos como “Dámaso”, “Fuiste mía” y “Regresa hermosa”.
Ha ganado múltiples premios Billboard Latin Music Awards, acumulado miles de millones de reproducciones y, tras dejar Del Records en 2019, fundó su propio sello.
Continúa realizando giras exitosas en EE.UU. y México.
Con esta sentencia, Ortiz cierra un capítulo legal y se enfoca en su música, aunque bajo la supervisión federal y la sombra de sus polémicos narcocorridos.
