Este lunes, Irán ha lanzado una operación con misiles bautizada como “Anuncio de Victoria” contra bases estadounidenses en Qatar e Irak, en una escalada sin precedentes de tensiones en la región. El ejército iraní afirmó haber ejecutado un “devastador y potente” ataque contra la base de Al Udeid, en Qatar, considerada la mayor instalación militar estadounidense en Oriente Próximo.

Previo al ataque, Irán cerró su espacio aéreo, anticipando una posible respuesta tras los recientes bombardeos estadounidenses en su territorio. En un comunicado, las fuerzas armadas iraníes declararon que las bases estadounidenses son “una gran debilidad y una espina clavada en el costado del régimen belicista de EE.UU.”. Además, aseguraron que se utilizó la misma cantidad de misiles que Estados Unidos empleó en su ofensiva del domingo.

Teherán insistió en que la operación no representa amenaza alguna para Qatar, al que calificó como “amigo y hermano”. Sin embargo, el ministro de Defensa qatarí informó que uno de los misiles fue interceptado y que no se han registrado víctimas mortales, aunque calificó el ataque como una “flagrante violación” de su soberanía, reservándose el derecho a responder.

La Casa Blanca y el Pentágono monitorean la situación de cerca, y el expresidente Donald Trump se encuentra reunido con el alto mando militar en la sala de crisis (‘situation room’).

Ante la creciente tensión, Emiratos Árabes Unidos y Bahréin han cerrado su espacio aéreo. El ministro del Interior bareiní ha pedido a la población que permanezca tranquila y se refugie en lugares seguros.

La región enfrenta ahora uno de los momentos más delicados de los últimos años, con un potencial conflicto mayor entre Irán y Estados Unidos en el horizonte.

Fuente: El Mundo