Las personas con un trastorno mental grave, trastorno bipolar o esquizofrenia, pierden más capacidad pulmonar que la población general.
Redacción / La Voz de Michoacán
Las personas fumadoras con trastorno mental grave pierden la función pulmonar antes que el resto de la población, según un estudio liderado por el Hospital Universitario Reina Sofía de Córdoba.
El trabajo, que aborda la enfermedad física y la salud mental, señala que las personas con un trastorno mental grave, trastorno bipolar o esquizofrenia, pierden bastante más capacidad pulmonar que la población general que no presenta esta patología.
El investigador principal del estudio, el psiquiatra Fernando Sarramea, especialista en el hospital cordobés, ha señalado durante la presentación del estudio que "esta relación entre hábito tabáquico y salud mental grave es especialmente relevante" porque se habla de pacientes "con altas tasas de mortalidad prematura, como ocurre con personas con trastorno mental grave".
Sarramea ha precisado que tres de cada cuatro muertes prematuras en la población con trastornos mentales graves se debe a causas físicas, enfermedades cardiovasculares, respiratorias o infecciones, fundamentalmente.
El trabajo, publicado en European Neuropsychopharmacology, una de las revistas de mayor impacto en el ámbito de la psiquiatría a nivel mundial, recoge que más de la mitad de los participantes en el estudio, tras un seguimiento durante cinco años, perdió bastante más capacidad pulmonar que la población general que no presenta esta patología.
La capacidad respiratoria se ha medido, en los sesenta pacientes que han participado en el estudio, a través del volumen espiratorio forzado en el primer segundo (FEV1, en sus siglas en inglés), que contabiliza la cantidad de aire que alguien puede expulsar de sus pulmones en un segundo. Se trata de un parámetro que es un predictor probado de mortalidad, pues a medida que se pierde FEV1, el riesgo de muerte prematura aumenta.
Para el especialista del Reina Sofía, la actividad física se sitúa como "el único factor capaz de frenar la pérdida acelerada de función pulmonar en estos y estas pacientes".
Por ello, los resultados del trabajo "refuerzan nuestra misión de mejorar la salud física de las personas con trastornos mentales graves y seguir aportando soluciones innovadoras que puedan mejorar su calidad de vida y reducir su mortalidad prematura", ha comentado.
Bajo el liderazgo del psiquiatra Fernando Sarramea, son autores de la investigación la médica de familia Cristina Ruiz, la neumóloga Nuria Feu, la bióloga Cristina Camacho, la psiquiatra y profesora de la Universidad de Córdoba María José Jaén, las enfermeras Marta Rodríguez y Gloria del Pozo y los residentes de Psiquiatría Micaela Reyes, Rosa Fiestas, David Lagua y Ana Jiménez.
También han colaborado en el trabajo el neumólogo de la Universidad de Kentucky David Mannino y el jefe de servicio de Psiquiatría del Hospital Clínic de Barcelona, catedrático de la Universidad la Autónoma de Barcelona Eduard Vieta, uno de los principales expertos internacionales en trastorno bipolar.