La FGE contradice su propia versión sobre la identidad del asesino de Carlos Manzo, generando dudas sobre la autenticidad de las declaraciones.
Morelia, Michoacán.– La Fiscalía General del Estado (FGE) identificó como Víctor Manuel Ubaldo Vidales, de 17 años, originario de Paracho, al asesino material del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo Rodríguez, sin embargo, la versión difundida este miércoles por el titular de la institución, Carlos Torres Piña, contradice lo dicho en la conferencia de prensa del pasado el lunes, cuando el propio funcionario presentó imágenes del agresor con tatuajes visibles en los brazos.
Durante un mensaje a medios, Torres Piña informó que “la tarde de ayer, miércoles 5 de noviembre, fue identificado y reclamado el cuerpo del autor material de este homicidio. Se trata de Víctor Manuel Ubaldo Vidales, de 17 años de edad, originario y vecino del municipio de Paracho, Michoacán”.
Según el fiscal, la familia reconoció que el joven “se ausentó de su hogar desde hace una semana antes de los hechos”.
No obstante, la contradicción radica en que, en la rueda de prensa del lunes, el propio Torres Piña mostró imágenes periciales del agresor, material en las que se apreciaban tatuajes en ambos brazos, mismos que fueron utilizados como referencia de sus señas particulares para identificarlo.
Sin embargo, en la fotografía difundida del cuerpo abatido de Víctor Manuel, no se observan los tatuajes, lo que ha generado dudas sobre si se trata realmente del mismo sujeto.
El fiscal aseguró además que las pruebas periciales confirmaron la hipótesis de autoría material, es decir: “Los dictámenes periciales practicados al cuerpo de Víctor Manuel, en particular la prueba de rodizonato de sodio, resultaron positivas, confirmando la hipótesis de la autoría material, así como sus adicciones a la metanfetamina, información que fue ratificada por sus familiares”.
Antier, el gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, declaró en entrevista con Joaquín López-Dóriga, que el autor material no había sido identificado y que el sujeto abatido portaba tatuajes alusivos a distintos grupos criminales, lo cual dificultaba precisar para cuál operaba.
El mandatario estatal comentó: “Lo estamos identificando por los tatuajes que trae, pero te lo confirmo, trae tatuajes de dos o tres grupos delictivos distintos”, y agregó: “Ahí es donde tenemos las dudas de qué es lo que está ocurriendo en el tema delictivo en Michoacán”.
Pese a las inconsistencias, Carlos Torres Piña insistió en que la investigación avanza y que el crimen está vinculado a estructuras delictivas.
“Los avances de los actos de investigación e inteligencia nos han permitido determinar que en estos hechos participaron más de dos personas y que el homicidio se encuentra relacionado con grupos de la delincuencia organizada”, dijo.
La FGE señaló que continuará las indagatorias en coordinación con autoridades federales y que “este hecho no quedará impune”.
No obstante, la divergencia entre las declaraciones del fiscal y del gobernador —así como la diferencia física evidente entre las imágenes del agresor y del joven presentado como responsable—, mantiene abiertas las dudas sobre la autenticidad de la versión oficial del asesino de Carlos Manzo Rodríguez.

