Falleció a los 101 años.
La princesa Yuriko, tía abuela del emperador Naruhito y miembro más longeva de la familia imperial japonesa, falleció este viernes a los 101 años en un hospital de Tokio, según informó la Agencia de la Casa Imperial. Su muerte marca el fin de una vida profundamente ligada a los momentos clave de la historia moderna de Japón.
La princesa había estado hospitalizada desde marzo de este año en el Hospital Internacional de St. Luke, en Tokio, debido a un infarto cerebral y neumonía. En los últimos días, la Agencia de la Casa Imperial había informado sobre el empeoramiento de sus funciones cardíacas y renales. Desde su hospitalización, no realizó apariciones públicas, siendo su última presencia oficial el día de Año Nuevo, cuando asistió a una ceremonia en el Palacio Imperial y visitó a los emperadores eméritos.
Yuriko, nacida el 4 de junio de 1923, contrajo matrimonio en 1941 con el príncipe Mikasa, hermano menor del emperador Hirohito, abuelo del actual emperador. El príncipe Mikasa falleció en 2016 a la edad de 100 años, dejando un legado de compromiso con la familia imperial y su nación.
La muerte de Yuriko pone de relieve las complejidades de la familia imperial japonesa, especialmente en un contexto de retos sucesorios. Actualmente, las mujeres representan la mayoría de los 16 miembros de la familia imperial, pero están excluidas de los derechos de sucesión debido a la ley sálica que rige en Japón. Las mujeres de la familia, aunque cumplen roles oficiales destacados, pierden su estatus imperial al casarse con plebeyos.
Esto ha generado un problema sucesorio apremiante. Solo tres hombres tienen derechos de sucesión: el príncipe heredero Akishino, de 58 años; su hijo, el príncipe Hisahito, de 18 años; y el príncipe Hitachi, de 88 años. Este escenario plantea preguntas sobre el futuro de la institución imperial en un país que enfrenta crecientes demandas de modernización en sus tradiciones.
La princesa Yuriko será recordada no solo como un pilar de la familia imperial, sino también como un símbolo de una era de transición para Japón y su monarquía.
Fuente: ARISTEGUI NOTICIAS
