La comunidad de La Madeja, en el municipio de Pénjamo, fue sacudida por una dolorosa tragedia familiar, en el que una madre y sus dos hijos, de seis y doce años, fallecieron dentro de su vivienda luego de haber sido expuestos a un presunto pesticida mal aplicado; el único sobreviviente es el padre, quien permanece internado en estado crítico.
El incidente ocurrió en la madrugada del lunes 16 de junio. De acuerdo con información preliminar, la familia habría utilizado un producto químico para fumigar su hogar con el fin de erradicar plagas. No obstante, todo indica que la aplicación se realizó sin las medidas adecuadas de seguridad, lo que habría provocado una acumulación de gases tóxicos dentro del inmueble.
Los pequeños, identificados por vecinos como Lupita y José Manuel, estaban próximos a celebrar sus respectivas graduaciones: ella concluía el kínder y él terminaba la primaria. Ambos eran conocidos en la comunidad por su entusiasmo y carisma. “Estaban felices, hablaban todo el tiempo de sus fiestas”, comentó una vecina que prefirió el anonimato.
Los cuerpos de emergencia acudieron al domicilio luego de que vecinos se alertaran por la falta de actividad en la casa. Al ingresar, hallaron sin vida a Araceli Herrera y sus dos hijos; el padre, Jorge Manuel Pérez, fue trasladado de urgencia a un hospital, donde lucha por su vida.
Las autoridades locales, incluyendo Protección Civil y la Fiscalía estatal, mantienen abierta la investigación para determinar con precisión qué sustancia fue utilizada y en qué condiciones. Hasta el momento, no se ha revelado el nombre del químico empleado, pero se ha emitido una alerta a la ciudadanía sobre los riesgos del uso doméstico de productos tóxicos sin supervisión o protección adecuada.
La comunidad ha comenzado a organizarse para brindar apoyo al único sobreviviente y preparar homenajes a los pequeños, cuya vida se vio truncada por un accidente evitable. Mientras tanto, las autoridades reiteran el llamado a actuar con responsabilidad al momento de realizar fumigaciones dentro del hogar.
Fuente: El Heraldo de México