En política, los respaldos no son un simple gesto de cortesía: son mensajes de poder, señales claras hacia las bases y hacia la opinión pública. Y en el caso de Fabiola Alanís, el apoyo viene de figuras que representan no solo trayectoria, sino cercanía directa con los liderazgos que hoy conducen el rumbo del país.
Ernestina Godoy, una de las mujeres más cercanas a la presidenta Claudia Sheinbaum, no dudó en acompañar a Fabiola en su primer informe legislativo. Este respaldo no es menor: habla de confianza, de afinidad y de reconocimiento a la honestidad de una mujer que, desde Michoacán, ha demostrado compromiso con las causas más sensibles de la Cuarta Transformación.
A este gesto se suma Alejandro Encinas, histórico referente de la izquierda mexicana y de los hombres más cercanos al ex presidente López Obrador. Su acompañamiento confirma que Fabiola no solo tiene el arraigo social en Michoacán, sino también la legitimidad nacional para encabezar la continuidad del proyecto de transformación en el estado.
Cuando voces de este nivel convergen en una figura, el mensaje es contundente: en Michoacán, la transformación tiene rostro de mujer, y ese rostro es el de Fabiola Alanís.
La trayectoria que respalda la honestidad de Fabiola Alanís
La política no se construye de la noche a la mañana con campañas de humo y portadas. Para tener la fuerza de convocar liderazgos nacionales y estatales, se necesita trayectoria, consistencia, honestidad y, sobre todo, un vínculo real con la gente.
Fabiola Alanís demostró, en su primer informe legislativo, que tiene todo eso y más. Su carrera no es producto de coyunturas u ocurrencias, viene de una lucha constante desde la izquierda, defendiendo causas sociales, impulsando la agenda de las mujeres y construyendo un Michoacán con oportunidades y derechos para todas y todos.
Miles de personas la arroparon en ese evento, que se convirtió en un verdadero destape rumbo a la candidatura de Morena. Pero lo más relevante fue lo que quedó claro en el discurso y en las voces que la acompañaron: Fabiola es el único perfil capaz de garantizar unidad, continuidad y compromiso con el movimiento.
Su base social no es prestada, se ha ganado el respaldo en las calles, en las comunidades y en los espacios legislativos. Por eso, cuando se habla de quién puede dar certeza al futuro de la 4T en Michoacán, el nombre que surge con fuerza es el suyo.
El destape de Bedolla y la fuerza de la 4T en Michoacán
Hay frases que marcan momentos en la política, y las palabras del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla quedaron grabadas como un virtual destape rumbo a la candidatura de Morena en Michoacán: “Seré el último gobernador porque en Michoacán la próxima será gobernadora”.
Ese mensaje, pronunciado frente a miles de personas en el informe legislativo de Fabiola Alanís, fue la confirmación de lo que ya se veía venir: la diputada y fundadora de Morena es la mejor calificada para continuar el rumbo de transformación en el estado.
“¡Tienes con qué, doctora (Fabiola), y yo te voy a apoyar!”, agregó Bedolla. Con esa frase, el mandatario cerró filas y abrió la ruta política hacia una candidatura que no solo cuenta con respaldo social, sino también con la legitimidad de los liderazgos nacionales más cercanos a la presidenta Sheinbaum y al ex presidente Andrés Manuel López Obrador.
Aunque la imagen y aprobación de Bedolla vienen a la baja en una caída dramática en los meses recientes por una errática estrategia comunicacional, no deja de ser relevante su respaldo a Alanís.
Este virtual “destape” no fue producto de la improvisación; fue la consecuencia de un trabajo serio, de una trayectoria limpia y de la capacidad de convocar a miles en torno a un mismo proyecto. La 4T en Michoacán ya tiene rumbo, y todo apunta a que ese rumbo tiene nombre y apellido: Fabiola Alanís Sámano.